5 de octubre de 2007

MICROS

Aquello acabó como el rosario de la aurora. Sangre, mucha sangre. En el sexo solo hay que hacer lo que una de verdad desea. Y lo sabía. Aun así accedió y acudieron al local de intercambio de parejas. Pero cuando aquella mujer se arrodilló y se metió el sexo de su marido en la boca no pudo contenerse. Ellos están en el hospital y ella, a punto de declarar ante el juez.

4 comentarios:

Ángela dijo...

¿Le mordió?

Larrey dijo...

digamos, para no ser muy morbosos, que si alguien recibe un golpe en la cabeza lo más probable es que cierre la boca por el dolor...

Anónimo dijo...

ufff, que bueno. Gracias.

ralero dijo...

¡Ay! larrey, esa aclaración me ha dolido como si las consecuencias del golpe en la cabeza se hubieran clavado sobre mí mismo.

¡Coño! con lo que podíamos, digo podían haber disfrutado los tres.

Un abrazo.