30 de octubre de 2007

EL MARICÓN DEL TREN

Ayer, en mi dosis diaria de televisión, intermitente entre las ocho y las nueve en la cocina, vi fugazmente el programa de Wayoming. Eso no es lo relevante, lo importante es que criticaban, con esa ironía que solo el "doctor" tiene, como el buscador (programa de Tele 5) había encontrado el blog del único testigo presencial de la agresión del dichoso descerebrado del tren. Ese que según Esperanza Aguirre no tiene perdón por haberse quedado paralizado por el miedo. Pues este programa, ni corto ni perezoso (muy del gusto, a lo visto, de la presidenta, imagino) ha sacado a la luz su blog. Y resulta que es homosexual, que mira tu que noticia...ah, no, claro, es que no hizo nada porque es maricón. Me parece de un grado de vileza que lo mejor sería no volver a ver Tele 5. No es que me pierda nada (mucho menos ellos), la verdad, pero es un pequeño acto de honradez conmigo mismo. Y ellos dirán que no, que se limitaron a sacar el blog a la luz, que es público, para intentar hacer un perfil psicológico de esa persona. Primero, aunque el blog esté en la red, establecer una relación de ese blog (que no es anónimo) con la persona del tren (que sí que es anónima) debería ser delito. Después hacer reflexiones, o dejar abierto el campo a, sobre su respuesta en una situación de violencia y sus tendencias sexuales, debería ser otro delito, cuando menos, contra la cordura humana. Claro, esta pobre muchacha tuvo mala suerte, no solo de ser como es (extranajera), sino estar donde no tenía que estar (un tren), cruzarse con quien no se tenía que cruzar y encima no tuvo un macho ibérico que la salvara, sino a un maricón. Porque otro gallo la hubiera cantado, ¿verdad? si en lugar de un maricón hubiera tenido como testigo a un macho ibérico, ahora sería noticia, porque estoy seguro de que entre los dos hubieran puesto a caldo a la pobre muchacha.
Estos programanas tienen una habilidad impresionante (e inhumana) para estirar las noticias. A falta de pan buenas son tortas (y nunca mejor dicho). Pero hay que tener ciertas barreras, un tope de lógica y si no que la justicia establezca relaciones entre causa y efecto de forma valiente. Si este joven es agredido alguna vez propondría que al director de contenidos de Tele 5 se le juzgara como culpable indirecto de dicha agresión. Quizá así se empezaran a pensar algunos planteamientos gratuitos.
Sobre este tema, del que se ha escrito mucho (demasiado, y me incluyo) recomiendo la lectura de la columna de ayer de Eduardo Mendoza, es de una lucidez envidiable.

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