1 de octubre de 2007

LA LEY DE BOLONIA


Tenemos en mi empresa una persona que se encarga de las relaciones con los bancos y todas aquellas actividades que supongan salir de la oficina. En realidad es un botones, pero me luce más presentarla del otro modo. Es un puesto de esos poco agradecidos pero vital para que la cosa funcione. No estará (desconozco ese punto) muy bien pagado y por su puesto no se trata de un trabajo vocacional. Por eso es raro que encontremos continuidad, porque el que encaja en el puesto tarde o temprano acaba encontrando algo mejor. Eso lo entendemos. Además hemos tenido mala suerte con las últimas personas, que realmente no han estado a la altura. Pero ahora tenemos a María. María es una chica de veintipocos años despierta, simpática y con mucha iniciativa. Por todo ello ha encajado perfectamente en el perfil que necesitamos. Además, yo le guardo un cariño especial porque está a punto de licenciarse en Historia (arqueología, en su caso) en la misma facultad en la que el menda estudió su contemporánea allá por la noche de los tiempos. Con todo esto estábamos que nos frotábamos los ojos pensando en un añito al menos con una persona capaz y agradabe, porque era como mínimo lo que nos daba el final de sus estudios. Pero a mediados de la semana pasada nos vino con la noticia: me tengo que ir, no soy capaz de buscar asignaturas que me interesen en un horario compatible. Ingenuo de mí le propuse lo que parecía lógico y que era a lo que muchos de los que hemos trabajado y estudiado tuvimos que recurrir: habla con los profesores, le cuentas que no puedes asistir y que te irás preparando con lo que vayas viendo de tus compañeros. Pero me explica que según la Ley de Bolonia (¿?) eso ya no es posible, que con la aplicación de esta normativa europea la asistencia a clase es obligatoria y que se firma en las mismas, como si se tratara del colegio.
Me parece increible y creo que todo forma parte de un plan para disfrazar las estadísticas. Y es sencillo, si yo trabajo y estudio, cuando deje de hacerlo en algún momento engrosaré la lista del paro, mientras que si estoy estudiando simplemente no seré un incómodo dígito para el Estado. Eso me pareció ya cuando entraron lo que llamábamos planes nuevos, que reducían la licenciatura a cuatro años pero en turno de mañana y tarde, con lo que encontrar trabajos compatibles era una quimera. No entiendo como la universidad, que es un lugar para adultos, para gente que voluntariamente quiere estudiar, que probablemente si trabaja se esforzará más que ninguno por sacar los estudios adelante, toma decisiones tan retrógradas. Que se vaya la universidad a distancia, me dirán algunos. Claro, el problema es cuando uno quiere estudiar por algo más que engordar su intelecto o su curriculo, el problema está en que por no poder asistir a una asignatura te veas obligado o a estudiar en tu casa o a dejar de trabajar, o a trabajar los fines de semana. Son cosas que no me encajan, y que los profesores, que el que más y el que menos ha pasado por esto, entren en el juego, me parece todavía más triste. Este sistema policial no hace más que infantilizar los campus. Luego nos quejaremos de que nuestros niños no maduren. Claro, si solo plantamos guindos ¿qué esperamos?.
Nosotros, de momento, vamos a echar mucho de menos a María.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu articulo buenisimo... Dices una verdad tan grande como una catedral, en que piensa esta gente que hace las "reglas" en este nuestro pais?

NO HAY DERECHO, esto raya con lo ilegal pensandolo friamente, en plan atentado contra los derechos de formacion y tal, no se... frustrante.

Un saludo,
Maria (no la de tu escrito)
ps. tu video del baloncesto es total... eres super creativo... como has pensado en ello no se pero es simpatiquisimo. La canasta wow! muy lograda. Y la musica de Rosendo ya se sale! Muy bueno.

Anónimo dijo...

si estás trabajando y quieres estudiar no existe la UNED?

Anónimo dijo...

si estás trabajando y quieres estudiar no existe la UNED?

Larrey dijo...

Sí, claro, y también los cursos de macramé en la asociación de jubilados de mi barrio.

Anónimo dijo...

Pues yo tengo 18 años y estudio en la UNED y te puedo asegurar que no parece una asociación de jubilados. Además en muchas carreras tienen clases y con horario adaptado a la gente que trabaja. No es vergonzoso ir a la UNED y encima a la gente que estudia su 1ª carrera le abre puertas a otros países y a darte a conocer al mundo.
De todas formas no estoy conforme con esta nueva ley

Larrey dijo...

A mi vergüenza me da salir en calzoncillos a la calle y según que caso, ah, y algunos políticos. Jamás me parecerá bien que alguien por no tener dinero esté obligado a trabajar y haya una ley que lo fomente tenga que ir a la UNED. Que me parece genial que quien quiera use la UNED, de la que puedes aprender tanto o más como en las universidades a pie de aula, pero no creo que sea lícito una ley que fomente el uso de la universidad a distancia, que ya lo dice la palabra, tiene un pequeño problema, la distancia. Y a todo estoy, estoy esperando unos año porque probablemente me matricule en la UNED...

Anónimo dijo...

En primer lugar, el Plan no se ha aplicado todavía. Cabría preguntarse donde se ha infomado la chica en cuestión, pues yo, sin tener elementos para negar lo que dice, no he oído nada similar de fuentes oficiales (las cuales no he podido conseguir)
Cuidado, que no parezca que estoy a favor de Bolonia: no estoy a favor ni en contra. Simplemente digo que la inmensa mayoría de los que defienden/critican Bolonia solo hablan de oídas.
Por ejemplo, yo he leído que se buscarán diversas modalidades de estudio para posibilitar que los que trabajan puedan sacar la carrera (incluso aunque falten.
Pero no deja de ser algo que he leído de fuentes no oficiales, así que no le daré demasiado crédito por ahora.
Copio y pego de http://www.educacion.es/queesbolonia/preguntas-con-respuesta/puedo-compaginar-trabajo-y-estudio-con-el-plan-bolonia.html

No hay nada que impida en el denominado “Plan Bolonia” que personas en tu misma situación puedan compatibilizar su trabajo con los estudios que deseen realizar. Para facilitar esta situación las universidades tendrán que establecer mecanismos que permitan esta compatibilidad facilitando la relación entre profesor y alumno a través de sistemas virtuales que compensen la falta de asistencia a clase como es tu caso, y proponiendo modalidades de matrícula a tiempo parcial para todos o algunos de sus estudios. De hecho la ANECA exige a las universidades que expliquen en sus propuestas de nuevos planes de estudio cómo van a ayudar a los estudiantes a tiempo parcial para que finalicen sus estudios en un plazo razonable.

Unknown dijo...

Lo siento, pero siendo estudiante del plan Bolonia, no puedo menos que contestarte a un par de puntos (aunque con tanto tiempo desde que lo escribiste, no sé si seguirás al tanto de este tema).

Puede que en sus inicios, el plan Bolonia supusiese tener que asistir obligatoriamente a clase sin otra posibilidad que la Universidad a distancia. No obstante, hoy día puede justificarse ser alumno no presencial de una, varias, o incluso todas las asignaturas en casos especiales; especialmente si es por trabajo.

Además, en lo referente a las firmas de asistencia, dudo mucho que el sistema intente infantilizarnos. Más bien me inclino a que se ha dado el caso que eso te ha venido personalmente mal. Te comento y ejemplifico:

Las universidades en muchos casos hoy día están sobresaturadas. Carreras y grados como enfermería cada día necesitan notas más desorbitadas y aun así hay gente que se queda fuera mientras ven como alumnos que han conseguido entrar no aprovechan todo lo que deberían la oportunidad que han conseguido.

El Sistema Bolonia lo que pretende es crear una obligación mayor de asistir a clase como medio de asegurarse que las limitadas plazas de que disponen en muchas carreras no se malempleen. Es el mismo planteamiento que en la Escuela Oficial de Idiomas.

Quizás desde esta perspectiva el plan Bolonia no es tan malo, ¿no?