15 de diciembre de 2008

SIN NOTICIAS


Conozco a una persona que es amiga íntima de Jose Cendón, el fotógrafo secuestrado en Somalia desde hace ya algún tiempo. Hablando sobre el tema nos comentó que se había logrado desde el círculo familiar, de amistades y profesional, que se le diera la menor cobertura mediática posible al secuestro, ya que cada vez que salía una noticia en la prensa el precio del rescate era elevado por los captores. Los secuestradores utilizan, por tanto, la alarma social para intentar rentabilizar al máximo su lucrativa y delictiva actividad profesional. Reflexionando después sobre ello me di cuenta de que es verdad, así está ocurriendo, no hay apenas noticias. Leo a diario la prensa, tanto impresa como en la red, veo al menos un telediario al día y escucho un boletín de radio y apenas si hay referencias al secuestro. Me parece interesante, y da que pensar. Por un lado ¿por qué son capaces de hacerlo?¿por pertenecer al mundo del periodismo y encontrar más sensibilidad por parte de los compañeros?¿o es que nadie ha llegado a plantearse esta misma respuesta para otro tipo de delitos? Porque creo que la idea es extrapolable a otros órdenes de la delincuencia como los desórdenes callejeros de la Kale borroca, los propios asesinatos de ETA o cualquier delincuente que lo que busque sea notoriedad con su acción. Cuando alguien mata a alguien lo hace siempre por un motivo, el que sea, injustificado en todos los casos, pero existente sin género de dudas. Puede incluso que sea, como el secuestro, una medida de presión para conseguir algo a cambio, en unos casos el dinero, en otros el miedo de la población, la alarma social. Quizá minimizando el impacto mediático se podría lograr que la generación de ese miedo fuera menor, y fracasara el objetivo final del acto. El problema, le vi de inmediato a mi, creía durante unos minutos, salvadora e innovadora idea, era que los asesinos no se han caracterizado a lo largo de su historia por su capacidad de adaptación o reciclaje, son más bien obstinados con sus ideas, y si con un asesinato no logran el objetivo de, además de matar, generar alarma social ¿iban a cambiar de idea? no, matarían a tres, o a cuatro, o a niños o lo que hiciera falta hasta lograrlo. Recuerdo la esposa de un asesinado por ETA saliendo en la televisión unos días después de la muerte de su marido con toda la dignidad del mundo asegurándoles a los asesinos que su vida y la de sus hijos seguiría igual, que consideraran su asesinato como un fracaso, porque no iban a cambiar nada. Para desgracia de todos, nignún encapuchado entendió el mensaje. Esperemos que los secuestradores somalies sean más listos que los asesinos patrios.

2 comentarios:

Jésvel dijo...

Bueno, algo de eso creo yo que sí hay. Que les prestamos demasiada atención.

La última vez, decidí poner una imagen en mi blog en lugar de hablar del tema. Pulsando en ella se lee un manifiesto.

Lo mismo hice con el aniversario de los derechos humanos.

Hay cuestiones que se han de tener presentes siempre, no para "dar cuartelillo".

Luna Meyer. dijo...

muy interesante, es un gusto pasarse de vez en cuando y leer cosas asi.