26 de diciembre de 2008

MICROS


En el mismo instante en que sacó su télefono de la tienda éste dejó de ser de última generación.

2 comentarios:

ralero dijo...

La obsolescencia -psicológica- programada. Una de las armas más potentes del consumismo.

Por cierto, lee esto

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=78027

Un abrazo.

Caminante dijo...

Imposible estar "a la última".
Más besos. PAQUITA