PEDRITO

¿Por qué hay tanto tonto de los cojones que vota a la derecha?. La pregunta no me parece mala, a no ser que seas un político con responsabilidades. Evidentemente si la hubiera formulado yo hubiera cambiado obrero por la parte genital, pero la pregunta me vale. Este país está ansioso de sucesos de este tipo que esconden la ramplonería de nuestros representantes. ¿Alguien sabe de las alternativas o proyectos de unos y otros?. ¡ Qué va !, que aburrido, las broncas molan mucho más. O en su defecto los calcetines a la última de alguna presidenta. Se ha montado un buen revuelo y los grandes protectores de los principios, como siempre, rectos e intachables en sus conductas precedentes, se han visto en la obligación de enmendar la plana a tan díscolo edil, mostrándole el único camino posible: el de la dimisión. Al parecer esas palabras valen más que los muchos años de trabajo y, sobre todo, los cientos de miles de votos. Santos principios estos que no habíamos visto por aquí. Ni recuerdo la última dimisión, ni en uno ni en otro bando, aquí no abandona el burro ni el tato, tan del agrado de nuestro amigo Mariano. En esto de pedir la dimisión, tan fácil cuando uno es del bando del reclamante, ha habido repuestas de todo tipo. Pero yo me quedo con la de la presidenta de nuestra comunidad: ha dado un últimatum, un plazo a Pedro Castro para que abandone su cargo de presidente de la Federación Española de Municipios. Mi pregunta es y si no lo hace ¿qué? ¿Aparecerá una cabeza de caballo en su cama? Porque a mí me da que esta mujer se ha equivocado de película, a ella bien le gustaría vivir en un acorde de sonrisas y lágrimas o ser la mismísima Mary Poppins (a lo que los madrileños seríamos, en ambos casos, su prole a cuidar) pero no desentonaría en cualquiera de las películas de la trilogía de El Padrino. Lástima que el nombre femenino, la madrina, no suene tan seductor, pero no me cuesta nada imaginármela acariciando un gato y diciendo aquello de me ofenede, vengo a tu casa...

Lo que apetece es que alguien tire de hemeroteca y ponga las cosas en sus sitio, que aquí, el que más y el que menos ha terminado insultando a media España.