18 de diciembre de 2008

SAL Y PIMIENTA

La vida bien podría ser como un buen plato. A ti te dan la materia prima, un buen filete, un buen pescado, y tú y el destino (por ponerle algún nombre) tenéis que ir cocinándolo, a fuego lento, toda la vida. La sal bien pudiera ser el amor, si falta está soso el plato, aunque por suerte, creo que esta sal no da colesterol, en todo caso una sobredosis de triglicéridos felices. Y la pimienta se me ocurre que podría ser la suerte, sin pimienta no hay buen plato, es el toque final. Pues hoy yo, camino del trabajo, le he puesto bastante pimienta a mi plato. Os cuento brevemente:

Siete de la mañana, por uno de los túneles que a diario atravieso para llegar a mi trabajo. Los que venimos de la M30 nos incorporamos en la misma entrada y solo hasta medio túnel la línea pasa a ser discontinua, permitiéndote cambiar de carril. En mi caso, al llegar a la discontinua tengo un camión enorme a mi izquierda, a unos diez, quince metros, otro camión y a esa misma distancia, pero por mi carril, un precioso GOLF GTI gris. Los camiones, por su puesto, van algo más despacio, no mucho, porque el túnel va cargado. Cuando estoy llegando a la altura del primer camión pone el intermitente pero lo quita. Es el aviso. Acelero, ya que detrás tengo más coches y me inquieta ese movimiento, y en cuanto puedo me colocó entre los dos camiones porque, la pimienta de la que hablo, algo me dice que el camión que nos precede quiere ponerse a la derecha. Y lo hace, pone el intermitente al tiempo que inicia el cambio de carril sin percatarse que entre su masa de hierro y el muro está el flamante GOLF GTI. ¿Sabéis lo que hace un carpintero cuando pasa una lija de esas que va en un soporte grande y pasa sobre la madera?. Pues eso ha hecho el camión con el GOLF gris. Un emparedado de camión muro con el coche de relleno. Como yo he seguido circulando, aunque todo lo he visto como a cámara lenta y me parece increíble que el camión no se haya dado cuenta, he pasado sobre los restos que iban saltando del hasta entonces precioso turismo. También he escuchado el pito desesperado de su conductor o conductora, que se veía literalmente emparedado. Esa persona puede que, además del susto, aunque físicamente no le haya pasado nada, ya va a tener un día muy distinto al mío, el disgusto, la disputa con el camionero, la espera de grúa y policía, llevar el coche al taller, esperar el arreglo, probablemente no llegará a trabajar hoy, si tiene hijos tendrá que buscar una alternativa pues ha de buscarlos con el coche...en fin, que ese pobre hombre, esa pobre muchacha, no ha tenido mi suerte, mi intuición, o lo que sea, ¿la pimienta?.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me han contando decenas de accidentes provocados por ese "supuesto" ángulo de visión que pierden los camiones a su derecha. A mi misma me arrancaron el retrovisor asi.
Si los camioneros estan hartos de tener incidencias por ese motivo, a veces muy graves cuando hacen cambios de carril en autopistas por ejemplo,... ¿porqué no se aseguran 6 veces antes de maniobrar?
Estoy convencida que si ellos no salieran siempre ilesos en esos casos... otro gallo cantaría (SE PONGAN COMO SE PONGAN...)
A veces no dependemos de la "suerte" sino de la imprudencia de otros.

Dudu dijo...

Si aceleraste era porque llevabas el bravito. Si llegas a ir con el alfa, esperas y no tocas el claxon, por si con suerte el coche queda siniestro, te indemniza el seguro y te acabas deshaciendo de él.

Larrey dijo...

¡ qué va !, justo hoy después de meses me he traído el Alfa, y he pensado, ya está, la cagamos, voy con este y ahora me salta un cacho de coche y me destroza la luna o algo así, la manía que le tengo oye. Puede que esa tensión extra que llevo cuando conduzco el Alfa me haya salvado. pero claro, viéndolo desde tu punto de vista, mierda de acelerón¡

Caminante dijo...

camiones, por su puesto...

Soy yo, la correctora de textos, he vuelto con la idea de quedarme por mucho tiempo.
La primera línea es tuya y a ti te corresponde ver donde está el error.
Un abrazo. PAQUITA