12 de diciembre de 2008

EL TÍO DEL POR QUÉ

La gente que me conoce está aburrida. Soy como un viejo chocho contando batallitas. Pero la gente que llega de nuevas se sorprende. ¿De dónde sacas las ideas?. Es una buena pregunta. La verdad es que tengo la suerte de tener un laboratorio cerebral a casi a tres turnos. No descansan, y los departamentos de producción y postproducción, pese a su agetreado día a día, siempre se buscan la vida para poner en práctica esas nuevas ideas. Siempre he pensado, pese a todo, que la clave está en hacerse preguntas. Y no me refiero a preguntas de gran calado, como las que, por ejemplo, me abrieron el camino al ateismo. No, son preguntas más terrenales del tipo ¿hasta dónde se lava la cara un calvo?. Me hago muchas, por ejemplo, ¿por qué en los manuales de sexo que indican como acabar con la rutina de pareja nunca incluyen el capítulo de "qué hacer con los hijos mientras"?. El mundo del cine me llena de incógnitas: ¿de qué hablan los extras que no se conocen en las escenas de un restaurante, por ejemplo?. ¿Por qué ningún policía se cuestionó la vida de Jessica Flecher?. Allá donde fuera había siempre un asesinato, blanco y en botella, señores, blanco y en botella. ¿Por qué en una película después de que el héroe reciba todos los mamporros del mundo cuando la tía buena le pone el trapo con agua sobre la herida pierde toda la hombría y grita como un niño?, joder, haberle gritado al malo cuando te clavó la estaca. ¿Por qué en las películas americanas siempre tienen aparcamiento en la puerta de las oficinas y yo hay días que tardo media hora en aparcar en casa? ¿Por qué en las comidas de las películas nunca hay nadie que coma de espaldas a la cámara? Hay una escena de anatomía de gray que me sacó de quicio, una tipa que parece necesitar ayuda para llevar su propia sombra, la protagnista, prepara una sorpresa a su pareja haciendo, en lo alto de una montaña, un plano de una casa a tamaño real con velas encendidas. Ha llegado sin coche y el plano tiene no menos de 1.000 velas ¿dónde cojones las ha subido? También me hago preguntas del mundo real: ¿porqué los cabrones e hijos de punta no se mueren?, quiero decir, ¿alguien conoce el caso de un muerto que lo fuera? todos los muertos fueron buenos y se les echará de menos, no me extraña que el mundo esté como esté, solo van quedando los cabrones. Últimamente, para terminar, que si sigo tendré que hacerme la gran pregunta ¿por qué no terminas de una vez?, hay una pregunta que vienen rondándome la cabeza: ¿cuando un homosexual se toca para masturbarse siente doble placer que un heterosexual? Si lo pensáis tiene su lógica, ha de excitarse por sentir sus propias caricias y al tiempo por estar acariciando un cuerpo de su mismo sexo ¿No? Ahí lo dejo.

3 comentarios:

Dudu dijo...

Algunas respuestas:
¿hasta dónde se lava la cara un calvo? hasta donde encuentra pelo, cada calvo en un sitio distinto.
por qué en los manuales de sexo que indican como acabar con la rutina de pareja nunca incluyen el capítulo de "qué hacer con los hijos mientras"? hay que leer la última página, el autor deja su móvil para hacer de canguro.
ja, ja,ja,ja, me ha gustado mucho...

Dudu dijo...

Por cierto, dime si te ocurre. Cuando veo una serie o una película me molesta profundamente que no me sorprenda. Me explico, la mayor parte de las veces me sale la vena escritora y pienso en la siguiente escena, en lo que sucederá, lo que tenían previsto los guionistas. Si acierto me molesta porque significa que la historia no es suficientemente buena porque un mindundi como yo sabía lo que iba a pasar. O quizás es que soy demasiado bueno... un poco de autoestima para afrontar el finde.

Larrey dijo...

Una buena película tiene que tener el justo equilibrio entre el lo sabía y el hala, la leche. Si te fijas los niños, cuanto más ven una película más les gusta, ¿por qué?, porque anticipan lo que les gusta. Eso ocurre de adulto, pero a un nivel más subliminal, empatizas con la historia cuando la anticipas, pero no desde el punto de vista de un escritor, no tiene que ser tan evidente. Si lo es la historia está narrada de forma demasiado clara. El lo sabía, ayuda, sin olvidar el efecto sorpresa. A mí lo que me jode es inventarme cosas y luego verlas, el otro día escuché a alguien decir está más perdido que un skin en una biblioteca y juro que esa frase se me ocurrió a mí hace años.