El cultureta dice que cree estar perdiendo el gusto por el buen cine. De otro modo no puede entenderlo. Él, que era de los de versión orginal y mini sala, ahora pareciera como si solo las junglas y sus cristales calmaran su adicción al celuloide. Le ha pasado con las dos películas que hoy no va a recomendarnos: Leones por corderos y Pozos de ambición. La segunda la llama la película más larga de la historia, porque ha tardado cuatro días en verla, en sesiones de media hora. Es la película con la que más veces se ha dormido en su vida. Porque uno se duerme una vez en una y acaba. Pero no, en este caso se dormía, lo dejaba, volvía a intentarlo al día siguiente, se volvía a dormir y así tozudo hasta que ha podido más la película que él. ¿Por qué?. Pues le pasa algo parecido que con la otra película, literalmente no entiende las conversaciones, no solo eso, no entiende por qué y para qué hablan, dentro de lo que es el conjunto de las historias. En ambos casos parecieran novelas pésimamente (no sabemos si lo son) adaptadas. Inconexas, y demasiado enrevesadas en su peculiaridad a la hora de establecer los diálogos (¿de qué narices hablan maestro y profesor?, ¿y el protagonista de los pozos con su hermano?). Se le escapan las razones últimas que alimentan los movimientos de los actores y sus papeles, por lo que se pierde. Por eso, por su parte, os rogaría que no fuerais a verlas. Y si las veis, y os gustan, y las entendéis, ¿qué tal una explicación?.
25 de abril de 2008
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2 comentarios:
La de Pozos de ambición pensé en verla en 2 sesiones de hora y veinte. Pero no puede, es demasiado buena, me enganchó y la ví del tirón.
No es una historia enrevesada, creo. El petróleo, la iglesia, el dinero, esas cosas.
No, la historia no lo es del todo (¿por qué el predicador finge no conocer al petrolero y luego ataca a su padre diciendo que la culpa es de su hijo?)son las conversaciones, que no termino...el cultureta, el cultureta no entiende...la utilidad y el sentido de las conversaciones. La historia es clara y sencilla, su exposición no tanto.
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