Semana de fiestas, noche vieja y hoy los Reyes, los magos. Los niños andarán ya por las casas canturreando sus regalos, los excesos de occidente en forma de cajas vacías de juguetes condenados al olvido en menos de dos semanas. En fin, las noticias no descansan.
La semana empezaba con la resaca/borrachera todavía de la violencia en Pakistán. El crimen, que ha sido filmado y fotografíado por todos los puntos, no está nada claro, y si no lo está con tanta imagen, uno no puede más que fantasear con las mentiras que nos han metido durante siglos. Al final, las elecciones pakistanís se retrasan hasta febrero, pero me da que eso es lo de menos. Pero si de violencia se trarta, si de sinrazón es de lo que he de hablar, me quedo con las 30 mujeres y niños quemados vivos en una iglesia en la que había buscado cobijo por la violencia en la calle en Kenia. Al menos tenemos un par de buenas noticias, y es que tras la ley antitabaco en España hay 1,6 millones de fumadores menos, con lo que hace decenas de millones de fumadores pasivos que fumarán menos a partir de ahora, así que nos alegramos todos. Y también han bajado los muertos en la carretera, bajando 500 personas (¡¡¡¡ 5000!!!). Siguen siendo casi 3.000 los fallecidos, lo que es una barbaridad, pero al menos 500 personas podrán seguir disfrutando con los suyos. A mediados de la semana nos enteramos que los españoles somos 45 millones, y que las ciudades han frenado su crecimiento, y hemos de suponer que lo hacen por el desorbitado precio de la vivienda en suelo urbano. También tenemos una buena noticia con la resolución pacífica del doble secuestro en Somalia, así la médico Mercedes y la enfermera Pilar volvieron felizmente a sus casas. Obama es el gran nombre del final de la semana. Es una esperanza, como lo de ver una mujer presidenta en USA, una esperanza tal vez ingenua, pero me gustaría que este candidato dejara de serlo para pasar a ser el primero presidente negro americano. Después veremos si la esperanza era absurda o no. La verdad es que cualquier cosa con ilusionarse...
La semana empezaba con la resaca/borrachera todavía de la violencia en Pakistán. El crimen, que ha sido filmado y fotografíado por todos los puntos, no está nada claro, y si no lo está con tanta imagen, uno no puede más que fantasear con las mentiras que nos han metido durante siglos. Al final, las elecciones pakistanís se retrasan hasta febrero, pero me da que eso es lo de menos. Pero si de violencia se trarta, si de sinrazón es de lo que he de hablar, me quedo con las 30 mujeres y niños quemados vivos en una iglesia en la que había buscado cobijo por la violencia en la calle en Kenia. Al menos tenemos un par de buenas noticias, y es que tras la ley antitabaco en España hay 1,6 millones de fumadores menos, con lo que hace decenas de millones de fumadores pasivos que fumarán menos a partir de ahora, así que nos alegramos todos. Y también han bajado los muertos en la carretera, bajando 500 personas (¡¡¡¡ 5000!!!). Siguen siendo casi 3.000 los fallecidos, lo que es una barbaridad, pero al menos 500 personas podrán seguir disfrutando con los suyos. A mediados de la semana nos enteramos que los españoles somos 45 millones, y que las ciudades han frenado su crecimiento, y hemos de suponer que lo hacen por el desorbitado precio de la vivienda en suelo urbano. También tenemos una buena noticia con la resolución pacífica del doble secuestro en Somalia, así la médico Mercedes y la enfermera Pilar volvieron felizmente a sus casas. Obama es el gran nombre del final de la semana. Es una esperanza, como lo de ver una mujer presidenta en USA, una esperanza tal vez ingenua, pero me gustaría que este candidato dejara de serlo para pasar a ser el primero presidente negro americano. Después veremos si la esperanza era absurda o no. La verdad es que cualquier cosa con ilusionarse...
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