28 de enero de 2008

EL CAPULLO


El diccionario de la Real Academia no incluye entre las acepciones de capullo la de idiota, persona sin escrúpulos o de la que solo se puede esperar daño. Y es una lástima, de verdad, porque para su edición ilustrada tenían una foto con la que acompañar la descripción realmente perfecta. Tomás Delgado Bartolomé sería sin duda la mejor fotografía para ejemplificar la versión más cañí de la palabra. ¿Que quién es?, pues es el capullo que ha demandado a los padres del chaval al que mató con su coche mientras este montaba en bicicleta. Pasó hace algunos años y su aseguradora indemnizó a los padres con 33 mil euros. Ahora resulta que el capullo les demanda por los daños que el cadáver (pues reconoce que lo mató del primer golpe y luego lo arrastró durante unos cuantos metros) provocó en su flamante vehículo. No tiraremos por el argumento fácil de comparar los 20 mil que él pide con los 33 que le dieron a los padres, fácil digo porque parece ser que un coche de lujo vale dos tercios de una vida. Nos centraremos en el capullo, que además de capullo es tonto, porque ahora van a reabrir el caso y probablemente salga perdiendo. Si es que es lo que pasa cuando uno es jefe (es empresario) que está acostumbrado a decir y a que los demás obedezcan. Mi teoria, en cambio, era pensar que de esta forma quería calmar su conciencia, porque el dinero no le hace falta (lo ha reconocido). Pero mi amiga psicoanalista me ha desmontado el argumento a la primera porque el capullo no esconde el más mínimo resquicio de arrepentimiento. No es la culpa lo que busca limpiar, ¿es su orgullo o es que el capullo es idiota (y que me perdonen los idiotas)?. Seguro que legalmente ha sido mal aconsejado y él lo que buscaba era la pasta, porque el rico siempre quiere más, y más. Supongo que los padres del chaval tienen la culpa de que él fuera tan usurero que llevara el coche a terceros y por lo tanto el arreglo lo tuviera que pagar él. Por ahorrarse 800 euros al año ahora demanda a los padres.
¿Los capullos duermen?. Este tío ¿será capaz de conciliar el sueño?. Supongo que si mi amiga psicoanalista tiene razón sí, y de lo más tranquilo. Hasta puede que esté disfrutando como un enano, si es que los enanos disfrutan, que pareceme esta frase un poco arcaica, pero claro, como el parangón me venía al pelo para la altura moral del capullo en cuestión, me he dejado llevar.
Estas son las cosas que se me agarran en la garganta, me generan una especie de rabia incontenida y me saldrían tantos improperios que lo mismo me censuraban hasta la página. Por eso me he inclinado por el diccionario de la Real Academia, porque parece más culto, más apropiado, y una forma elegante de llamar a las cosas por su nombre. Sí, Tomás Delgado Bartolomé, eres un capullo. Eso para empezar por alguno de los muchos que se me ocurren.

5 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...
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Filoabpuerto dijo...

pues sí, la verdad, las flores naturales desprenden un aroma sublime, pero estos "capullos" apestan.

Saludillos, Larrey, muy crítico y acertado el artículo.

Anónimo dijo...

Tema abordado en Radio 5 Todo Noticias

Anónimo dijo...

Capullo integral. ¿Cómo se puede ser tan cabrón y mala persona?. Yo no dejo de pensar en los padres del chaval atropellado. En su sufrimiento. Y qué ahora salga este personajillo, es patético.
Espero que se revise el caso y que le empapelen.