PROMESAS

La campaña electoral es divertida. ¿Quién da más?. Dos millones, ¡ dos millones doscientos mil ¡, órdago y me cago en tal. Lo de los 400 euros de Zapatero ha sido lo mejor. No es buena idea, ZP. Le acusan desde la oposición de tratarse de una maniobra electoral. ¿Qué esperaban?, ¡ pues claro ¡, eso se llama campaña electoral, y la hacen todos los partidos, hasta el PP. Le acusan también de que, ya que está en el gobierno, ¿por qué no lo hace en lugar de anunciar que va a hacerlo si le votan?. Eso es coaccionar, no, chantajear, (siempre confundo estos conceptos cuando de políticos se trata) al ciudadano. Si me votas, tendrás cuatrocientos euros más en tu cuenta, no digas que no te lo he dicho. Pero claro, ¿y si lo hubiera hecho antes?. Grandes titulares en la prensa afín al PP, Zp compra el voto de los electores con una medida desesperada, regalando 400 euros, ¿se puede ser más rastrero?, apostillarían en la COPE. Mal pinta para ZP en este caso, aunque me da que eso le importa bien poco, o es más tonto de lo que le pinta la oposición (y ya sería ser tonto). Y es que un gobierno en elecciones solo tiene (es mi opinión, como siempre) una salida: la de la memoria. Vamos a poner un ejemplo. Mañana mi jefe se sienta a mi lado y me dice, oye, Larrey, que no nos ha gustado tu trabajo en estos cuatro años, creo que te vamos a despedir. ¿Creéis que lo suyo es que empezara a prometer trabajo, dedicación y buen hacer?. No, me limitaría a repasar las cosas bien hechas y a admitir los errores, que siempre los hay, ofreciendo soluciones o como mínimo el trabajo necesario para encontrarlas. Prometer trabajo es poco menos que admitir que no lo has hecho, es darles la razón a quienes te cuestionan. Por eso un gobierno en elecciones debería limitarse a recordar al ciudadano el trabajo bien hecho y esperar a que ese trabajo y el criterio del votante lo lleven otra vez al poder. La oposición puede fantasear, es la ventaja de estar a la sombra (los políticos eternamente a la sombra siempre son los que parecen tener mejores ideas, porque nunca pasan la criba de la praxis). Pero si el gobierno en elecciones se comporta como la oposición, ¿quién nos gobernará?.