2 de enero de 2008

LA SANTA MADRE IGLESIA ¡ QUE LA PARIÓ !

De la sartajá (que no se si existe esta palabra, pero me venía decirla) de idioteces que se dijeron en la última manifestación de los familiares y sus colegas los presbíteros me quedo con las de Cañizares (que salió de una parroquia de mi barrio) y Antonio María Roucco. La familia (...) está siendo sacudida en sus cimientos por graves amenazas, incluso legislaciones inicuas e injustas. Eso lo soltó Cañizares, y Roucco se quedó tan tranquilo aludiendo que el ordenamiento jurídico ha dado marcha atrás respecto a lo que la Declaración de Derechos Humanos reconocía: que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad y tiene derecho a ser reconocida.
Por mucho que le doy vueltas a la cabeza no logro encontrar en estos años ninguna acción del gobierno que justifique estas palabras. Estos desmemoriados de la hostia (consagrada, por su puesto) deben referirse a la ley que permite a parejas no heterosexuales contraer matrimonio C I V I L. Que esto es como si Fernando Alonso se quejara de un penalti mal pitado al Murcia. Y tengo preguntas, claro, porque ¿yo soy una familia?, ni cura ni concejal ha certificado mi amor por mi pareja o por mi hijo, ¿me he debido sentir igualmente amenzado?, o lo que es peor ¿somos mi familia y yo parte de esa amenaza?. Porque claro, parece ser que ellos tienen el patrimonio de la familia, que ha de estar formada, a saber, por un padre, una madre y su prole. Por tanto, si el destino deja a uno de ellos fuera de juego, es decir, que se lo lleva al otro barrio, esa deja de ser una familia y pasa a ser una rara avis causante de sus quebraderos de cabeza. Ah, claro, en ese caso no, en ese caso al ser cosa de dios pues como que tienen una prorroga. Pero claro, si una mujer decide tener un hijo en la soledad de su hogar, entonces es una asesina de familias, porque como no hay una foto de un padre muerto en el salón de la casa esa pobre criatura crecerá a falta de una referencia y toda su vida estará coja. Por no hablar de las dos madres o los dos padres, esos sí que son verdaderos criminales y la ley debía actuar en consecuencia, habrase visto semejante atropello dos hombres (o dos mujeres) dando todo su amor, su respeto y sus conocimientos a sus hijos, eso es un atentado contra la lógica. Mejor un matrimonio que no se hable o en el que haya violencia, mucho mejor, porque al menos un cura les ha dado la bendición y debe de ser que con eso se escudan luego los muchachos del maltrato y el dolor. Porque de no ser así, queridos curas y demás vociferantes de la familia tradicional, no acabo de pillarlo. Esta noche me concentraré, y mucho, y como parte de esa familia tradicional, buscaré las agresiones que se están colando en mi hogar por parte de tanto maricón y tanta lesbiana con instintos maternales. No las veo, y me da que ustedes tampoco, entonces ¿ qué cojones hacen tocando los "güevos" al personal con su rencor y sus mentiras?. La familia es algo más de lo que a ustedes les gustaría, porque como en otros órdenes de la vida, van perdiendo el monopolio y eso jode, (sobre todo al bolsillo). Como todos los nacionalistas os sentís amenazados por todo aquel que no esté dentro de vuestro terriotorio y en vuestra paranoia catolico apostólica pensáis que cualquier acto que se salga del camino va a repercutir en vuestro devenir diario. Y ya quisiera yo ser tan importante, y los gays y lesbianas que se casaron en estos años, pero si os sentís amenazados no es culpa nuestra (por casarnos o por no casarnos) sino por una enfermedad mental que os atormenta y que tiene cura, vaya si tienen cura, pero para vuestra desgracia la cura no la tiene el cura. Mientras tanto dejen de decirme si soy o no soy una familia y, sobre todo, no me culpen de sus males, de sus miserias y de sus miedos, que yo no les conozco.

No hay comentarios: