2 de enero de 2008

MICROS

Siempre pensó que le faltaban a sus novelas una vida de escritor atormentado. Cuando al final la tuvo no supo de qué escribir.

1 comentario:

ralero dijo...

Pues que mal rollo, ¿no? Si hubiese sido a la inversa, es decir, el escritor atormentando que desea tener vida para escribir de otras cosas, pues le hubiera quedado una vida, pero así, sin inspiración ni vida...

Un abrazo