29 de enero de 2008

SOLIDARIDAD

Me gusta circular con las luces de posición puestas. El consumo es mínimo, no molestan y en algunos casos pueden facilitar la visibilidad de mi vehículo. Hace un par de días un hombre ¿cómo definirlo?, de esos que en una noche oscura, por precaución (y prejuicios, ¿por qué no decirlo?) te obligan a cambiarte de acera, desde una parada de autobús elevó su mano e hizo un inconfundible gesto con los dedos. Era como si fuera una boca que se abriera y cerrara. Le agradecí el gesto con una sonrisa y seguí circulando con las luces puestas. Aquel hombre, que ni me conocía ni probablemente tenía la más mínima intención de hacerlo, me advirtió de que llevaba las luces puestas. Es un gesto solidario heredado de cuando los vehículos podían quedarse con las luces puestas. Ahora casi todos o te avisan al apagarlo o directamente se apagan, con lo que la batería no sufre y no hay desagradables sorpresas a la mañana siguiente.
Me encantan estos gestos solidarios, anónimos y cien por cien altruistas. No le podré devolver el favor, así que lo máximo que pudo conseguir ese hombre, además de mi sonrisa de agradecimiento, es la satisfacción de haber ayudado. Y es que el ser humano, aunque sea muy oculto en el frondoso bosque de su rencor y su desconfianza, disfruta ayudando a los demás. Sin esperar nada a cambio, por el simple gesto de ayudar a quien puede necesitar algo más que tú. Me encanta ver a un joven greñudo y desaliñado, con un ipod tronador, cederle el asiento a una anciana y romper así tabús y prejuicios. Es cierto que esa filosofía de ayudar a los demás cuando se añade el aditivo de lo colectivo y transpasa fronteras para pervertirse, es ciertamente peligrosa, y más que una ayuda es un pegamento que perpetua sistemas injustos. Pero la filosofía de los que ayudan es la misma, ayudar sin esperar nada a cambio, más allá de la satisfacción personal. Con estas cosas me siento bien y con ganas de recuperar mi fe en la bondad humana, pero después abro el periódico, y tardo diez segundos en cambiar de idea.

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