EL CAPITAN EÑE

PARADOJAS

Unos 200 manifestantes protestan por las calles de Lesaka, en Navarra, denunciando las torturas que la guardia civil ha infringido a un presunto etarra. Lo de presunto es relativo, ya que con el paso de las horas y la información extraída a los dos presuntos etarras, resulta que se han encontrado dos zulos con abundante material explosivo. No creo que los usaran para tirar petardos en las fiestas.
La guardia civil señala que durante la detención se produjo un forcejeo con los detenidos y se les tuvo que reducir a la fuerza. Uno de los presuntos etarras dice que no, que le torturaron. Vivimos en un Estado de derecho, dejemos que los jueces investiguen. Si la guardia civil se ha excedido, que se tomen las medidas oportunas, si el presunto etarra se lo ha inventado, que recaiga sobre él el Estado de derecho. Las quejas de PNV, EA y algún que otro partido, son realmente negativas para el Estado de derecho, dejen que actúe y luego, opinen.
El padre y el tío del presunto etarra torturado se queja ante el defensor del pueblo de Navarra. ¡Que actúe en defensa del presunto etarra!.
Sin embargo, esta misma mañana la prensa anuncia que el segundo presunto etarra, un tal Sarasola, también sufrió múltiples heridas. Según El País, el mismo Sarasola declaró “no haber sufrido maltrato”. Algo chirría o no concuerda.
La guardia civil, gracias a la detención de estos dos presuntos etarras, ha encontrado dos zulos con abundante material explosivo. La guardia civil informa de que son zulos de uso casi inmediato, es decir, se almacena unos días y rápidamente se usan. Los presuntos etarras seguramente se encargaban de suministrar explosivos de esos zulos a algunos comandos.
Y ahora vienen las preguntas:
Hace unos días tres presuntos etarras tirotearon a dos guardias civiles, a sangre fría, en Francia. Parece ser que una vez dentro de su coche, les descerrajaron varios disparos en la cabeza. No hubo tortura, hubo ejecución. ¿Dónde estaban los 200 manifestantes?. ¿Y el padre y el tío del presunto etarra detenido ¿por qué no denunciaron estos hechos?.
Los jueces van a investigar la presunta violencia empleada en la detención de los presuntos etarras. Evidentemente hay que investigar, pero cierto es que si yo fuera guardia civil, conociendo a todos estos presuntos etarras, amantes del tiro en la nuca, me andaría con mucho cuidado. Es decir, con pocos miramientos.
La gran diferencia entre unos presuntos etarras y su entorno y las personas normales, es decir, personas con cerebro, es que las personas normales podemos solicitar a nuestros jueces que investiguen lo sucedido. Los presuntos etarras y su entrono solo les pueden solicitar una cosa a sus jueces, presuntos etarras, que ejecuten el tiro de gracia.
Otra gran paradoja es que los presuntos etarras y su entorno se supone que no creen en el Estado español al que hoy en día pertenecen, pero lo más gracioso es que en el momento en el que deciden protestar, ya que ellos sí pueden hacerlo, creen en ese Estado. Los ejecutados no pueden protestar, están en el cementerio.
Creo en la profesionalidad de los cuerpos de seguridad del Estado, con los años he pasado de odiar a la policía y a los militares, a alabar su trabajo. Quedará algún franquista, quedarán los antidisturbios, pero después del trabajo que hicieron el 11M y del acoso y derribo al que tienen sometido a ETA, creo que definitivamente, son parte normal de la sociedad del siglo XXI.
Y sobre ETA y su entorno, ¡es tan pueblerino todo!. Es reducirse a la aldea. La prueba, el pueblo de Lesaka condena los actos violentos sufridos por sus dos ciudadanos, eso sí no han condenado a día de hoy el que haya aparecido un zulo en el mismo municipio con casi 100 kilos de explosivos. Con esos explosivos los presuntos etarras que campan libres podían haber ejecutado a muchas personas. ETA, y en este caso Lesaka lo apoya. Defienden la pena de muerte, eso sí, sin juicio ni nada. Como los salvajes. Lo que son.