Logró, con una tremenda campaña mediática, que el gobernador conmutara la pena de muerte de aquel asesino confeso. El reo, sorprendido, quiso conocer a su benefactor. Es alentador, le dijo, saber que hay alguien fuera que te quiere. Te equivocas, corrigió, te odio como el que más.
2 comentarios:
Leí hace poco "La Biblia de Barro" con un trasfondo del Holocausto que me impactó. Me acaba de venir a la mente a razón de tu micro, cuando el mandamás alemán dice a los suyos respecto de los judíos: "que no mueran, pues la muerte es el descanso y la agonía es el sufrimiento"... quizás el que le "salvó" de morir, lo que no desea es precisamente su salvación. ¿acerté?
bss.
pues es otra forma de verlo. Por mi parte me inclinaba más por el hecho de que estar en contra de la pena de muerte no significa que estés a favor de los asesinos, ni que empatices lo más mínimo con ellos
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