APAGA LA LUZ, ANDA

ADRIANA: ¿Por qué no nos vamos de viaje?.
ADRIAN: ¿A dónde?.
ADRIANA: No sé, al extranjero.
ADRIAN: ¿Al extranjero?, pero ¿estas loca?, si hemos tenido que cambiar los actimel por yogures de marca blanca.
ADRIANA: Ya, pero si nos ajustamos un poco.
ADRIAN: Chica, si nos ajustamos un poco mas vamos a tener que mojar el pan en la sombra del jamón.
ADRIANA: Eres un poquito exagerado.
ADRIAN: Ya, exagerado.
ADRIANA: No hace falta ir a Moscú...
ADRIAN: ¿Quería ir a Moscú?
ADRIANA: Ya sabes que siempre me gustó esa idea.
ADRIAN: Mujer, ya puesta, ¿por qué no Australia?.
ADRIANA: Bueno, pues volvemos a París.
ADRIAN: Prefiero un sitio que no haya visto, y menos caro.
ADRIANA: ¿Londres?.
ADRIAN: Pero si es carísimo, nada de eso.
ADRIANA: ¿Lisboa?.
ADRIAN: ¿En coche?, ¿cómo anda la gasolina?, casi mejor lo de Moscú.
ADRIANA: ¿Andorra?.
ADRIAN: ¿A esquiar?, si, claro, como que eso lo regalan.
ADRIANA: ¿Astorga?, ¿valladolid?, ¿Cienpozuelos?, ¿la casa de tus padres en el pueblo?, esa sí que sale barata.
ADRIAN: Mira que te mola descojonarte de mis preocupaciones.
ADRIANA: ¿A mí?, de eso nada, y apaga la luz.

ADRIAN: ¿Por qué?, ¿no íbamos a leer?.
ADRIANA: ¿Leer?, ¡ con lo cara que está la luz !...