ADRIANA: ¡ Pero por Dios, Adrian !, que guarro eres, te has pasado.
ADRIAN: Pero ¿qué dices?.
ADRIANA: Anda, no chilles, no chilles, que te van a escuchar los vecinos.
ADRIAN: ¿Los vecinos?, vamos, te pegas un pedo que parecía el chupinazo de comienzo de los sanfermines, que he pegado un bote, y luego me gritas que he sido yo y ¿me pides silencio?.
ADRIANA: Sí, hombre, baja el tono, que son las doce de la noche.
ADRIAN: Pues que me oígan, así sabrán que la del pedo....eh, eh, eh, lo has hecho aposta, que tía, malvada...
ADRIANA: Ay, madre, algunas veces los hombres me parecéis tan limitaditos, apaga la luz, anda, apaga la luz.
ADRIAN: Pero ¿qué dices?.
ADRIANA: Anda, no chilles, no chilles, que te van a escuchar los vecinos.
ADRIAN: ¿Los vecinos?, vamos, te pegas un pedo que parecía el chupinazo de comienzo de los sanfermines, que he pegado un bote, y luego me gritas que he sido yo y ¿me pides silencio?.
ADRIANA: Sí, hombre, baja el tono, que son las doce de la noche.
ADRIAN: Pues que me oígan, así sabrán que la del pedo....eh, eh, eh, lo has hecho aposta, que tía, malvada...
ADRIANA: Ay, madre, algunas veces los hombres me parecéis tan limitaditos, apaga la luz, anda, apaga la luz.
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