18 de septiembre de 2007

ODIOS


Hay personas o figuras a las que se odia sin conocer. Me refiero a un odio pasivo, light, si se quiere. Es el mismo odio que infieren otras personas como, en mi caso, Aznar o Zaplana. En ellos es también un odio pasivo, que no genera respuesta alguna por mi parte (salvo una mueca de fastidio cuando su imagen se cruza conmigo) pero, al contrario del odio del que quiero hablaros, este tipo de personas (cada uno ha de poner los nombres que considere) alimentan el suyo con actuaciones y palabras muy, pero que muy elegidas. Yo me refiero (huelga decir que hablo por mí) a un odio irracional e incluso injustificado. Quizá la palabra más específica sería aversión, rechazo. Rizos, el protagonista de los anuncios de una aseguradora (la de la llamada del ahorro) es ahora el primero en el ranking. No soporto verlo, cambio de canal o de habitación, o canturreo y miro para otro lado, es que no soporto su voz, sus pinchos...uf, que repelús. Y siguiendo con los anuncios, el mayordomo de Tenn, otro que tal baila, que tipo más odioso. ¿A quien le caía simpático Devon, el de la fundación del "Coche fantástico"? Y no solo encuentro este sentimiento en la pantalla pequeña, sino en la grande, ¿qué me han hecho a mi Nicolas Cage o Meryl Streep?, a parte de ser pésimos actores (mi opinión) nada, entonces ¿porque me ponen de mal humor? Luego es verdad que hay figuras que se odian sin corresponderse con la persona, en mi caso, los guardias jurado del metro y los matones de discoteca. Los odio sin conocerlos. Sé que son prejuicios y como tales los trato y busco minimizarlos, pero jamás los negaré (y menos a mí mismo). Sigo con más ejemplos, algunos tópicos como el listillo del trabajo, aquel que dice esa odiosa frase de hazme caso a mi que de ... (aquí va desde manualidades, a política exterior pasando, por su puesto, por medicina, futbol y toros) sé bastante, para recomendarte un fondo de inversión o una crema para la almorrana que a un primo de un amigo de un sobrino se la secó en un tris. Este tipo (o tipa) suele tener amigos en todas partes y son los mejores en lo que sea, que se trata de medicina, estuvo tratado por la mejor endocrina del planeta, que se habla de caravanas, su hermana es presidenta de la asociación griega de campistas.
En fin, que seguro que tenéis por ahí esas figuras que odiamos sin saber muy bien por qué, así que ya las podéis ir dejando que las "odiemos" todos...

2 comentarios:

Elsa dijo...

Con permiso. A tu lista política, añado Acebes y su mandíbula. El Puas del anuncio tampoco es santo de mi devoción, pero yo odio muchísimo más a las tías güenas de los perfumes (aunque adoro a un tio bueno que salía en pelotilla picada, con perfume también). De actores, Robin Williams, excepto en "El club de los poetas muertos". Me parece muy afectado interpretando. Odio, pero mucho, mucho, a mi vecino del 2º que nunca recoge las caquitas de su miniperro. "Odio", éste entrecomillado, a mi compañero del trabajo que sale antes que yo por eso de la funciones sindicales...
Y como no quiero llenar de odios este comentario, sólo añadir, que odio al concejal de seguridad ciudadana de esta mi ciudad, por prepotente e inútil.

Un abrazo. Genial tu post. Muy divertidos esos odios tuyos.

Anónimo dijo...

Yo es que tengo esa dificultad, Larrey, que no soy capaz de hacerlo y siempre, aunque sea el ser más deleznable que me encuentre, veo un estúpido o torpe o débil o vulnerable o mediocre o
simple o... ser humano detrás y zas, ya soy incapaz de odiarlo y esto no es que me parezca virtuoso, sería mejor odiar, no sé, pero... todos tenemos nuestras limitaciones.

Sí que me saca de quicio la mala idea, el retorcimiento de muchos, lo "sibilino", la falta de honestidad... pero las actitudes,las actitudes, no las personas.

Uy, de repente como que sentí que estaba intimando con un ordenador, hablando de mis cosillas, je je

Besotes