Un ricachón árabe estampó su flamante Mercedes hecho en oro a doscientos por hora contra un árbol, junto a una de las aldeas más pobres de su tierra. Cuando llegaron las asistencias ya no quedaban apenas restos del vehículo. Un año después inahuguraron una escuela en la aldea a la que decidieron llamar Escuela el idiota a Doscientos...
Nota del autor: el corto se titula Justicia.
1 comentario:
Asi es... y lo sé de buena tinta porque no hace mucho envié curriculum como maestra para dicha escuela.....
Besos
dafne
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