Esta claro que esta ha sido la semana de los resultados electorales. Pero tengo que decir que ha sido una grata sorpresa la naturalidad con la que se han asumido, sin aspavientos, sin demasiado ruido, y sin demasiada tinta. Fue más la lucha que el desenlace la que engordo los rotativos. Claro, que las imágenes relativas a Isaías Carrasco, su hija, su viuda, han marcado el tono triste de estos días. Pero también la Iglesia, que no sabe qué hacer para salir a la palestra, ha decidido modernizar su decálogo de pecados, porque claro, con tantas modernidades muchas "atrocidades" se escapaban a su jurisprudencia. No deja de ser curioso que demonicen el aborto y no la pena de muerte, que cosas, Señor. A mediados de semana supimos que Rajoy iba a seguir al mando de la nave popular, y eso es como cuando hay un mal entrenador en tu equipo rival, te alegras cuando lo ratifican en el cargo. Nada, nada, a seguir, amigo Mariano, a seguir. Luego vimos, cerrando la semana, que Zaplana se desmarcó y que eso le abre nuevas posibilidades de renovación. Y esa si que es una buena idea, han de pensar, y con razón, quienes quieren ver a Rajoy en la Moncloa. Y mientras sobrevuelan sobre su nuca los barones (y baronesas) del partido, los futuribles andan con la escopeta cargada para salir disparados al menor indicio hacia el sillón, Aguirre y Camps son los que más nerviosos parecen. Y como aquí en España no vamos a ser menos, tenemos también nuestro político aficionado a los protíbulos ¿qué sería de estos centros de entretenimiento sin la clase política?. 50.000 euros, a cargo público y aquí no pasa nada. No es que a mí me parezca mal que se folle a una profesional, allá cada uno con sus urgencias (en todo caso será su mujer y su familia la que tendrá que decirle algo, preferentemente en privado) pero que lo haga a cargo del dinero de todos, pues hombre, eso ya me fastidia un poquito más, sobre todo porque imagino que en su pueblo, donde era teniente alcalde, se hubieran podido hacer algún que otro arreglo con esos 50.000 euros. Bueno, miento cuando digo que no pasa nada, porque el PP lo tiene suspendido de militancia y la fiscalía ya está estudiando el caso. En fin, ya se sabe, por la colita muere el pez, ¿o era por la boca?, eso habría que preguntárselo a las protitutas. La semana se cerró con la aparición del cadaver de Mari Luz, la niña de Huelva desaparecida. Se cerró con una evidencia que nos dejó a todos un peor regusto (si eso era posible) al saber que la niña fue ahogada y golpeada antes de ser arrojada al mar. Lástima de trueno, que diría mi abuela, lástima de trueno.
16 de marzo de 2008
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