Me cuesta decidirme por una. ¿Por qué no hablar de las promesas electorales?. Me aburre la evidencia de que se gobernaría mejor si se cumplieran, como la de Sebastián, el candidato a la alcaldía madrileña, que ha prometido transporte gratis a los menores de 21 años. ¿De verdad piensa que si llega a la alcaldía va a poder poner en marcha esta medida?. Pero si han puesto el cine a un euro a los jubilados y no han sido capaces de mantenerlo ni un año.
Pasemos a otra: la siniestrabilidad laboral. Pero empezar el día de mal humor no parece una buena idea, así que lo dejo para otra ocasión en la que la gripe no mine tanto mis defensas.
Una tercera: los accidentes de tráfico entre los jóvenes, una auténtica lacra social.
La cuarta: ¿los suicidios que en España se llevan la vida de tantas personas como las carreteras?. ¿la corrupción?, ¿el cambio climático?.
Vale, pues vamos a por la cultura, ahí tendremos buenas noticias ¿o no?. Otro cine que cierra en Madrid para transformarse en un centro comercial. Dentro, imagino, harán mini salas donde las polomitas precalentadas harán más rentable el negocio.
Voy a la sección de sociedad, la frivolidad me traerá calma al espíritu. Hay una noticia graciosa, un ex presidente es obligado a pedir disculpas públicamente por su público exceso de galantería a las jóvenes hermosas. Sería una noticia suficiente para esbozar una sonrisa, sino fuera porque el protagonista no es otro que Berlusconi, y uno tiene sus limitaciones, no puede reirse, por mucho que le apetezca, teniendo el careto de semejante fantoche dictador egocéntrico delante. ¿O sí?, ¿por qué no?, lo que no derribaron las urnas y la cordura que lo haga una bragueta ligera. Si al final todo está en su sitio. ¿No les parece?
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