27 de febrero de 2007

LAS QUINCE PUÑALADAS



Esta vez voy a evadirme de mi propia realidad. Y aun así, no voy a poder entenderlo, lo sé. Pero vamos a intentartarlo, que por nuestra parte no quede. Un hombre apuñala quince veces a su hija porque...¿por que qué?. ¿A alguien le importa realmente las razones?, ¿qué puede hacer una niña de diez años no para merecer, que eso es ciencia ficción, sino para generar tanto odio que como respuesta tenga el acero de una navaja destrozando su cuerpo?. ¿Qué clase de persona es capaz de hacer una cosa así?. ¿Enajenación mental transitoria durante el tiempo que necesita un ser adulto para elevar quince veces un cuchillo al aire y clavarlo en el cuerpo de su hija? ¡¡¡ su hija !!!. ¿Transitoria?. Para aceptar la estructura lógica de todo esto, como si fuera una película, tendría que ser permanente. Y ni aun así, el guión es flojo. ¿Que está loco?. Perfecto, en los psiquiátricos también hay rejas en las ventanas.

Estas historias me superan. No se a vosotros, sobre todo los que como yo hayan sido padres en los últimos años, pero no puedo con el dolor de los niños. Ni tan siquiera en la ficción de una pantalla me resulta agradable el trago de ver sufrir a un pequeño. Y cuando estás cosas ocurren en la realidad no puedo evitar llorar. Me consuela pensar que esa niña va a salvar la vida, pero ¿qué vida?, ¿qué ocurrirá en su cerebro cuando sea consciente de lo que ha ocurrido?, ¿podrá evitar el sentimiento de culpa que seguro la invadirá por las noches?. ¿Qué ocurrirá con ese hijo de la gran puta (por muy santa que sea su madre)?. ¿Saldrá a la calle y podrá reencontrarse con ella?. La socidad debería encontrar la herramienta para aislar a este tipo de personas. Me siento tan indefenso, que soy incapaz de hacerme una idea de lo que ella va a sufrir.

5 comentarios:

Caminante dijo...

Verlo con objetividad está difícil, ya que todo lo que atañe a los niños nos duele en lo más íntimo. Parece que en esos momentos sale afuera la fiera salvaje que quizás llevemos todos dentro, unos más externamente que otros, hasta el punto de hacer eso.
¡Qué de trabajo queda por hacer, estamos embrutecidos! Pobre muchacha, un horror lo que le queda por delante. PAQUITA

Caminante dijo...

Verlo con objetividad está difícil, ya que todo lo que atañe a los niños nos duele en lo más íntimo. Parece que en esos momentos sale afuera la fiera salvaje que quizás llevemos todos dentro, unos más externamente que otros, hasta el punto de hacer eso.
¡Qué de trabajo queda por hacer, estamos embrutecidos! Pobre muchacha, un horror lo que le queda por delante. PAQUITA

Anónimo dijo...

Es lo más terrible que hay... El sábado, en una cena con amigos defendía que todos los padres quieren a sus hijos, que es imposible no amar algo que es parte de ti y que ha salido de tí....Con noticias así me doy cuenta de lo útopica que soy a veces, pero me resisto a creer que ese padre este en su sano juicio...Que tristeza....
DORI

Larrey dijo...

es más cómodo pensar que todos los padres quieren a sus hijos, porque lo otro da miedo. A lo mejor es que del amor al odio, como dicen, hay una línea demasiado delgada, y se llama cordura. Y al parecer, no viene de serie en los seres humanos.

Anónimo dijo...

Cuanto más conozco a los hombres más amo a mi perro.

o

Homo homini lupus est

Escoger la que se prefiera.
Dudu