28 de febrero de 2007

LA CARTA DE LA VIUDA



En diciembre apareció una noticia en la prensa que, en resumen, contaba como un motorista que circulaba a gran velocidad perdió la vida al salirse de la vía y chocar contra la mediana, provocando que tres coches colisionaran al evitar atropellarlo. Recuerdo esa noticia. Todo lo que tiene que ver con accidentes de tráfico deja en mi memoria un extraño poso. Hoy han publicado una carta de su viuda (él se llamaba Alberto, ella se llama Irene). En ella intenta resarcir la memoria de su marido, explicando como no se trataba ni de una moto de gran cilindrada ni de un accidente por la gran velocidad, sino por un vehículo que realizando una maniobra temeraria provocó la salidad del motorista. Se me encoje el alma imaginando a esa mujer embarazada (tiene una hija de cinco años y un hijo en camino) sentada al ordenador, probablemente con el vacío bajos sus pies, escribiendo las letras que yo he leído hoy. Al fina la vida está hecha de detalles. Tendrá millones de problemas, y no solo el dolor, que solucionar. Tendrás otras grandes preocupaciones, y en cambio encuentra fuerzas para los pequeños detalles. No lo hace tanto por su marido como por sus hijos. Cuando una persona muere solo queda el recuerdo. A él nos aferramos con la fuerza de un titán. Y ella, titánica en la lucha por la memoria de su marido, no ha querido dejar ningún detalle suelto. Esta carta es algo más que una petición de justicia y memoria, es un canto a la vida, a la vida de los dos seres que se han quedado sin padre. Por eso la historia me ha enternecido especialmente y he querido aportar mi granito de arena para que Alicia y Daniel sepan como era realmente su padre.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un articulo precioso, aunque algo duro y con mucho contenido. Viajo muy a menudo, paso muchos kilometros en la carretera, y puedo decir por experiencia que es increible las imprudencias que cometemos, puedo decir que estamos muy mal concienciados en el uso de las carreteras, y a esas velocidades... en que pensamos?. Lo que desde mi punto de vista demuestra que no debemos tener un nivel cultural muy alto si somos tan basicos en algo asi. Yo siempre he pensado que hay una relacion directamente proporcional entre nivel cultural, educacion (e incluso enfoque logico de las cosas) con 'como se afronta todo lo que hacemos cotidianamente', esto es, en el dia a dia. Conducir es algo que casi todos hacemos dia a dia... por las ma#anas apresurados para llegar a nuestro destino (generalmente dejar los ni#os en el colegio, intentar llegar a la oficina a tiempo, o al aeropuerto, o a esa reunion...). Desafortunadamente sufri un accidente grave hace muchos a#os, iba en un taxi al aeropuerto a las 5 de la madrugada y un 'kamikaze' (famosos en aquella epoca en las autopistas de Madrid por sus ridiculas y arriesgadas apuestas) colisiono con el taxi en el que yo iba. No hubo un final tan tragico como el de Alberto (gracias a Dios no hubo el sufrimiento en mi familia que Irene y esos ni#os, Alicia y Daniel estan sufriendo) aunque si largos meses de rehabilitacion. Pero si has pasado por ello, nunca se olvida que tuviste un 'nearly miss...' y se vuelve a valorar la vida de nuevo casi como si volvieses a nacer. Te hace concienciarte incluso mas de todo lo que tienes a tu alrededor, disfrutar del dia a dia, de tu familia, hijos, amigos, valorar cualquier peque#a cosa. Pero no debemos dejar que el tiempo lo cure todo y se nos olvide, debemos aprender de nuestras experiencias y segun uno se va recuperando, no perderte en el olvido, no olvidarte de lo que has aprendido... Cambiar una experiencia negativa por todo lo positivo que podemos aplicar en el futuro del aprendizaje ('forzoso') al que nos hemos visto sometidos. Por favor, cambiemos velocidad, imprudencia, agresividad y mal humor cuando vamos en el coche por educacion, paciencia, cortesia y sobre todo total atencion al volante...

De vuelta a su articulo Mr. Larrey totalmente de acuerdo con el fondo del mismo, y su especial interes por esos dos crios a los que se les ha negado el derecho de crecer, formarse y caminar sin un role model a su lado, su padre.

Atentamente,
mega

Larrey dijo...

gracias por tu comentario, es todo un artículo ¿me das permiso para publicarlo en el blog?

Caminante dijo...

Muy bueno tu artículo y también el comentario de "mega", con el que me identifico al cien por cien. Aprendamos de nuestras absurdas experiencias, puesto que las hemos sobrevivido.
Efectívamente esa madre tiene un referente por construir en la memoria de sus hijos. Gran empeño el suyo.
Besos. PAQUITA

Anónimo dijo...

From mega: OK.
Un saludo,
mega