¿Las palabras pesan? y si pesan ¿qué pesa más: gordo o flaco?¿paja o plomo? Quizá las palabras más largas pesen más, así fin es liviana frente a desesperadamente. Tal vez las que pesen más sean las más difíciles de pronunciar, así mejunje sería mucho más pesada que papada ¿no? Se me ocurre que el significado también puede influir en su peso. En ese caso ¿tostón pesaría más que divertidísimo? Ahí habría un problema con las palabras polisémicas, porque tendríamos doble peso ¿qué pesaría más la sierra de montaña o la de cortar madera? Lo más lógico, pese a todo, es que el peso de las palabras dependa de la combinación entre quien la pronuncie o escriba, su significado y lo que entienda quien la lea o escuche. Así me da por pensar que palabras como amor, odio, respeto, deberían ser las más pesadas, las más importantes. Puede que así sea, y que odio, rencor, rabia sean mucho más ligeras, porque es evidente que todo el mundo las carga con muchísima más facilidad.
11 de mayo de 2010
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3 comentarios:
Más pesa el silencio.
Más abrazos.
Que gran verdad, mi cuento y tu sentencia me invitan a imaginarme una canción.
SI es liviano...NO es tremendamente pesado.
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