Venía convencido de escribir mi artículo sobre los guarros ilustrados, tenía incluso la foto preparada. Pero me ha dado por echarle un vistazo antes al periódico y ha habido una noticia que se me ha colado. En la ruta de un colegio de una pequeña localidad madrileña un grupo de unos diez niños ha abusado sexualmente (tocamientos y forzamientos a tocar) de dos compañeras de entre doce y trece años. Otros chavales, amedrentados por los cabronazos, permanecieron en sus asientos y el conductor, que será muy bueno al volante, no lo dudo, hizo la ruta, de principio a fin, sin alterar el ánimo lo más mínimo. Y no pienso en las pobres niñas, en ese miedo que ahora azota su cabeza, ni tan siquiera en sus padres, que deben estar luchando por no salir a la calle y partirle las piernas a algún vecino. No, pienso en los padres de los agresores. Más ayer, que después de que mi pareja me pasara el parte de la reunión con la profesora del mayor, iba por la calle como un globo aerostático, henchido de orgullo. ¿Estos niños fueron alguna vez como mi hijo, modélico, educado, atento, respetuoso?¿cómo se llega a esa situación?¿qué han hecho los padres de un niño que ve sexual, atractivo, interesante, tocarle el cuerpo a una compañera de colegio mientras su amigos la tienen sujeta de pies y manos?¿dónde está la gracia?¿sensación de poder?¿la droga del macarra? El daño ya está hecho. Ahora queda arreglar esos moratones en cuerpo y alma, ahuyentar los fantasmas y seguir viviendo, con la normalidad como una ¿utopía? Eso en la vereda de las agredidas, pero en la de los agresores ¿qué queda?¿qué harán sus padres?¿le quitarán hierro al asunto?¿entenderán por qué su hijo ha sido tan cabronazo, desconsiderado e hijo de puta con sus compañeras?¿le quitarán la play? esas son las preguntas que le han robado protagonismo a mis guarros ilustrados...
29 de octubre de 2009
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3 comentarios:
Utópico pensar que algún día todos llegaremos a comportarnos como seres humanos. Tal vez a esos niños les falte soñar despiertos porque sus padres, a fuerza de cansancio, se han dormido sin sueños y cuando despiertan tan sólo les queda dentro el animal que, como diría Battiato, nos roba todo, hasta el café.
Más abrazos.
Encima el conductor del bus es Guardia Civil, así que no le faltaban conocimientos, sino ganas de hacer algo ¿o motivos?
No sólo qué harán, si no también me planteo, cómo son. Quizás son padres "normales" como tu y yo, que dedican su vida a trabajar y trabajar, olvidando lo más importante, guiar, enseñar y educar a sus hijos. Quizás vengan de familias con importantes problemas, adicciones, mal tratos, etc.
Entonces, nos tenemos que plantear si esos macarras nacieron así de hijos de puta o su entorno les moldeó en hijos de puta.
Yo por lo menos me quedo con un poco de todo, algo debe haber en su cabecita proclive al daño, y si su entorno, su familia sembró ese campo abonado, tenemos como resultado un gran hijo de puta.
Por cierto, no me puedo olvidar del conductor. Amiguete, pensabas quedarte a un lado y no meterte en problemas, pues lo siento, ya tienes uno, te van a denunciar por omisión del deber de socorro, ¡jodete cabrón!
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