Prometo que no lo sabía, pero resulta que en una catedral del siglo XII (Salamanca) hay una figura de un astronauta. Intrigado, pregunté a los sabios del chascarrillo, que google meditante me dieron razones. Parece ser que durante un proceso de restauración se puso aquella figura como reclamo publicitario y, sobre todo, como una especie de firma de autor. Y eso me ha dado que pensar. Creo que es un ejemplo que debería cundir, para poder encontrar en Las Meninas de Velazquez una nadadora saltando desde un trampolín, por poner un ejemplo. Si fuera algo que hiciéramos todos, las carreteras reasfaltadas estarían llenas de tatoos de Camarón, amor de madre o de AC/DC (por seguir poniendo ejemplos) Es más. Creo que el mundo de los retoques humanos (por otros llamados cirugía estética) debería aplicarse el cuento, porque tienen en esta idea un campo abonado para la soberbia y un filón para el negocio. ¿No me digáis que no sería gracioso? Una mujer entra en el Teatro Real y se hace el silencio, no me lo puedo creer, esta mujer lleva una rinoplastia de Pedro Arquero, ¡ qué maravilla ! ese doctor es un artista, y de los caros. ¿No me digáis que no suena fenomenal decir que te has comprado unos pechos Alfredo Botelho?¿o una liposucción Miguel Chamosa? Ya no se esconderían las operaciones, al contrario, se enseñarían al mundo entero como se hacen las alcaldesas con los bolsos Vuittonianos, y así podrías tener unas tetas patrocinadas por la Clínica Cemtro, con la JR de Castelló. Supongo que marcas como Puleva o Ram no tardarían en darle vidilla al negocio. Y, ¿quién sabe? lo mismo hasta chorizos Revilla, el mundo de la publicidad no conoce límites.
21 de julio de 2009
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4 comentarios:
¡En serio! ¡En la catedral! Dímelo mirándome a los ojos que me resulta muy difícil de creer, Larrey.
Una cosa es que como seña de identidad yo ponga dos tenistas todos los años justo delante del portal de Belén, y otra semejante aberración e irreverencia artística. ¿No dimitió el obispo, el Consejero de Cultura, el espíritu santo...?
Dímelo mirándome a los ojos, Larrey, y, si es cierto, después dispara con un aparatito de esos de los hombres de negro que te hacen olvidar la barbaridad que has vivido.
Abrazos atónitos.
Ya ví hace tiempo la figura por la red, parece ser que sí está, lo que no sabía es toda la información que google te ha aportado, Thanks.
¡lo que tendremos que ver en publicidad, XDXDXD!
Yo estoy con el Exodo. El astronauta es una gilipollez como la copa de un pino y quien pagó la restauración y lo admitió, un gilipollas.
Yo tenía entendido que en las restauraciones se trataba de imitar lo más fielmente posible aquello que se quería recuperar. Y que había dos formas para aquellas partes perdidas. Una que procuraba que no se pudiera distinguir lo real y antigüo de la parte restaurada. Y otra forma que mostraba a propósito diferencias importantes entre lo nuevo y lo real para que el espectador supiera en todo momento qué es cada cosa. Yo me quedo con esta última.
Bueno, a mí lo que me resulta raro es que aún no lo supiérais. Sí, hace ya bastantes años que está el astronauta en la puerta de ramos de la Catedral nueva (en Salamanca tenemos dos catedrales: la nueva y la vieja).
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