5 de abril de 2010

MICROS


La herradura de la suerte se descolgó de la pared y le golpeó en la cabeza, con tan mala suerte que lo mató.

2 comentarios:

ralero dijo...

Si ya lo digo yo, donde se ponga una patita de conejo...

Abrazos.

Elena dijo...

¡jo! que mala pata ¿no?...