Cuando llega este momento del año siempre me acuerdo de la universidad. Desde que el astro rey empieza a ganarle la batalla al azul plomizo de las nubes y sus láminas doradas se esparcen generosas por la naturaleza, por el campo, por la ciudad, recuerdo las mañanas en el campus. Adoro esta época del año. Después nos acostumbramos al calor, al cielo azul intenso, a los días interminables, pero cada ciclo nuevo, cada latente primavera, tengo la misma sesanción de que el mundo sale del caparazón. Las niñas, deseosas de salir de sus ataudes de lino y algodón invernal, anhelan que el sol lama sus brazos, sus cuellos, sus piernas, y la ropa pierde vigor, vigencia, importancia. Es el reinado del escote, la minifalda y las camisetas de tirantes. Y nosotros, desbordados por la belleza y la luz, somos testigos de esta explosión de hermosura. Porque la naturaleza tiene su primavera con las rosas, pero los hombres tenemos la nuestra, con las rosas, las azucenas, las marías, las juanas, las inmas, las alicias, las anas, las susanas, las patricias...Adoro esta época del año. Benditas mujeres y su infinita belleza.
28 de abril de 2010
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1 comentario:
Que poéticoooooooooo sobre todo al principio..jejje
Yo cuando llega esta época no se en que pienso,pero me encanta, que quieres que te diga,la luz mediterránea que estalla cada mañana ,las flores ,el azahar penetrante...
Sin medias,sin botas,sin abrigos,ni bufandas...
Con mini,con camiseta y sobre todo con alegría!!!
Bon dia!!!
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