20 de marzo de 2010



NOCTURNO IMPERFECTO

Despunta la mañana y, con premura,
Huyendo de la luz, buscas asilo
Sobre un lecho natal, mortaja oscura,
De tierra que aletargue tu apetito.
Qué acerbo despertar, cuánta amargura
Sentir que no es mortal, definitivo,
El hueco que dejó tu mordedura
Nocturna en mis ensueños sin cobijo.
Y ruego a los infiernos que, al ocaso,
Regreses toda sed, fiera, insaciable,
Libando mi postrer gota de sangre;
Y así poder, contigo a mi costado,
Huyendo de la luz, yacer por siempre,
Maldito, condenado, dulcemente.

2 comentarios:

Milena dijo...

El día es muy intenso para nuestras almas albinas.

Suerte que al atardecer, los vampiros acuden en nuestra ayuda

Besos, poeta , tus versos succionan la poca sangre que nos queda pero te nos entregamos con gusto !

ralero dijo...

Yo lo veo como una desdicha, querida Milena. Porque el protagonista de esta historia, una vez atravesado por la primera mordedura, ya sólo pensó en el modo de vender su alma al diablo, o en como hacer un trueque. Pero la crisis -ay, la crisis- ya había alcanzado hasta a las transnacionales mas demoníacas.

Un beso.