3 de marzo de 2010

LA BATALLA DE LAS PESADILLAS

Ayer se dirimió una batalla sin precedentes en mi casa. A mitad de la noche sonó la voz de alarma y las huestes acudieron al quite, profesionales y atentas, como siempre. General curtido en mil batallas nocturnas, puse en liza tan solo una de mis armas: el escudo de la fantasía, infalible casi siempre. Verás, hijo, tengo una máquina que puede cambiar los sueños, vas a sentir un poco de cosquillas, le dije mientras le metía los dedos entre el pelo, y una pequeña sacudida, cuando mi mano se agitó ligeramente. Esta máquina, lo tranquilicé, ha cambiado tus sueños y ahora todos son felices; ah, sentencié, te he metido un programa para pilotar aviones, espero que lo disfrutes. Lo dejé con una sonrisa. Unos minutos después sonó de nuevo la alarma, y me sentí decepcionado. Saqué entonces la segunda arma: la espada afilada de la lógica. Mira, hijo, los sueños son cosas que ocurren dentro de la cabeza mientras duermes, no son verdad, se las inventa tu cabecita que es muy creativa, pero al abrir los ojos desaparecen, así que si te asustas, abre los ojos y verás como todos esos malos se van. Volví al campamento base seguro de que la espada iba a terminar el trabajo inacabado por el escudo. Pero no fue así, porque una media hora después sonaron de nuevo las alarmas. Entonces saqué todo el armamento pesado, el acorazado Papátienequedescansar y el portaaviones Novoyavolveraentrar. Cuando ellos entran en batalla es que ésta se ha tornado realmente cruenta. Con solo aparecer en el campo se hace un silencio espeso y normalmente se firma el armisticio de forma fulminante. Y eso ocurrió, volví al campamento de las sábanas blancas y al instante de cerrar los ojos el maldito despertador comenzó su particular guerra contra mi paz. Estamos estudiando un escudo anti-despertadores, pero para eso necesito de la suerte, y tengo entendido que anda enamorada de Ronaldo por aquello de la décima. Sea para bien.

5 comentarios:

ralero dijo...

Ofú, cuánto belicismo últimamente por tu casa, Larrey. Vamos a tener que enviar a los cascos azules... ¿azules?, bueno, no, mejor cascos de color marrón oscuro, de esos que llevan dentro esa delicia llamada cerveza (pa los niños zumito, eh).

Abrazos.

Larrey dijo...

tú sí que sabes terminar una guerra y no la ONU

Anónimo dijo...

Ah, me apunto para un escudo si lo llegas a descubrir!!

Dafne dijo...

Mientras llega el escudo ese,no te queda más remedio que levantarte con estoymataodesueño...asi ando yo esta semana mueltaaaaaaaaaaaaa ...
besos!!!

Elena dijo...

pero....¿a quién le toca levantarse ahora, a tí o a ella?...ah, si, no me acordaba, ella te dirige desde el campamento base y tú eres el soldado de batalla..."shhhh, no hagas tanto ruido, churri"...ja,ja,...bss y por favor, sacar la bandera blanca un par de días y así podéis todos descansar un poquito,...que digo yo.