13 de enero de 2010

MUNDIAL DE DARDOS


Cocinar para un niño de menos de dos años tiene sus consecuencias, una de ellas es hacerlo a horas tan raras como las doce de la mañana de un domingo. A esas horas en la tele la oferta es tan mala que el único programa que se ve es el zaping, el que tú haces con el mando. Así terminé el domingo viendo una competición internacional (no sé si eran las semifinales del campeonato mundial) de dardos. Me quedé anodadado, casi hasta que mi hijo me tiró del pantalón mientras le rugían las tripas. Lo primero que pensé es como era posible que en una disciplina deportiva donde se entrena en los bares España no era una potencia mundial. Este es un misterio mayor que el de los mundiales de fútbol y los cuartos de la roja. Creo que la explicación puede estar en la situación de la diana en los bares, el español es más de acodarse en la barra, con lo que para triunfar en este deporte habría que ponerla al otro lado, justo encima del camarero. Que hagan, que hagan, un campeonato mundial de lanzamiento de propina al bote, verás como arrasamos en todas la categorías: desde la del cachondo de rebote en botella de Zinzano, hasta la del agarrado de los céntimos voladores. Y se me ocurren otras: campeonato de pelado de cacahuetes (rancios en categoría estrella) o descabezamiento y chupado de cabeza gambal. Pero lo de los dardos me dejó más helado que las calles de un barrio del sur. Había al menos quinientas personas viendo el evento. Personas que conocían al lanzador y que se implicaban en los resultados con gestos de manifiesto fastidio cuando el dardo se quedaba a un milímetro de su objetivo, que hay que ver que puntería tienen estos tipos. Había tanta gente que muchos estaban a decenas de metros de la diana, y me pregunto si en el Bernabeu a poco que te pongas no eres capaz de diferenciar a Ronaldo de Salgado, de hecho en la última temporada parecía que el primero se había comido al segundo, ¿cómo es posible que esta gente viera que el lanzamiento no había sido triple sino doble? Siendo, como digo, una disciplina más de bares que de pistas de atletismo, ¿hacen pruebas de dopping?¿la cerveza da?¿y los torreznos? porque claro, si los torreznos dan dopping, los españoles que ni lo intenten. ¿Que llevan en el botiquín?¿biter kas?¿Cuales son las consignas del entrenador? hale hijo, tu tira y dale, tu tira y dale al número que mejor te venga, y no te pongas nervioso, ese codo, leñe, ese codo. En fin, que ganó uno alto con cara de leñador reciclado y perdió el otro, el que tenía papada de 4,5º en jarra helada.
Viendo el ímpetu, la puntería de los profesionales y la emoción en el público, creo que estamos en una disciplina más seria de lo que imaginaba ¿hace una partidita?

2 comentarios:

Gustavo Corral dijo...

Muy buenas, resulta que la cantera de jugadores de dardos se encuentra en Cuenca, y lo se de primera mano. que me pasé cuatro añitos en esta hermosa aunque poco conocida ciudad, en la que el deporte oficial era el juego de dardos. Todos los bares tenían su omnipresente maquinita. Y uno de los bares que más frecunetaba (por su variada carta de cervezas) era propiedad del campeón nacional de dardos.

Elena dijo...

Pues yo tengo muy mala puntería, para mí con pinchar en la diana ya es pleno....¡vale, me apunto!...y mira que es difícil 3 dardos en el punto chiquito del centro...y dan y dan...