28 de enero de 2010

MIEDO

Algo nos pasa. Recelo. Miedo. Tensión. Paseaba por la calle junto a un paso de cebra cuando observé una escena harto familiar: una mujer y su hijo (4/5 años) en bicicleta. Se disponían a cruzar un paso de cebra con semáforo. En ella, por su ropa, por su forma de aferrarse a la bici, se veía que estaba sobre las dos ruedas por su hijo, digamos que no era una profesional. Y su hijo estaba en eso, aprendiendo. Me acercaba y él intentaba ponerse en marcha por tercera vez, mientras el tiempo de muñequito verde avanzaba. La madre en la distancia, a un metro, sujetando su bicicleta y esperando que la pedalada fuera la definitiva. Sin pensarlo, al pasar a su lado, le di un empujoncito en el sillín, lo suficiente para que el impulso de la pierna del niño y el mío propulsaran la bicicleta. Igual de instantánea que mi acción fue la respuesta de la madre, oiga, eh, ¿qué hace? No era desagradecimiento u orgullo ante alguien que se ha entrometido en el proceso de aprendizaje de su hijo. No, era miedo, que una persona se acercara a su hijo y lo ayudara a avanzar con la bicicleta la asustó sobremanera. Yo también, ante su grito, lo hice, le di una zapatilla que el pequeño perdió en la tercera pedalada y me justifiqué: perdone, pensé que se abría el semáforo con su hijo en el suelo. Después me quedé en la parada de autobús contrariado y ellos me miraban, entre divertidos (espero) y asustados todavía. Lo tuve claro, he de controlar mis impulsos altruistas, sobre todo si hay niños de por medio, y antes de nada, preguntar: ¿puedo ayudarlo?

5 comentarios:

dafne dijo...

Pues....mira el profesor Neira como acabó.Entre eso y otras cosas a veces pienso que puede suceder algo grave ,caer al suelo y la gente pasar a tu lado y mirar sin actuar...
Estan las cosas difíciles...

ralero dijo...

Pues, pese al asunto de Neira u utros no tan dramáticos, nunca deberíamos reprimirnos a la hora de prestar ayuda.

Más abrazos.

Elena dijo...

Un tío de casi dos metro y casi....kg. pues asusta un poquitín...luego te conocen y un pan bimbo, ja,ja,...y si no que le pregunten a Rubén y al saquito de la risa...bss

Anónimo dijo...

Algo que aprendi trabajando en el Holiday Gym fue la frase: "Le importa si le ayudo?"
Javilo

Jésvel dijo...

Pues eso... que no es que haya que reprimir los impulsos altruistas, sino que hay que preguntar eso de ¿puedo ayudarte?

A mí, muchas, demasiadas veces... me han hecho la puñeta por intentar ayudarme.

Afortunadamente, cada vez me preguntan si necesito ayuda en vez de...