10 de diciembre de 2009

MICROS


No tengas miedo, tranquilo, vas a ir a un lugar todo todo es alegría, y juegos, y felicidad, un lugar donde no existe el dolor...susurraba el padre ateo, abrazado a su hijo.


Nota: hay micros que duelen.

2 comentarios:

ralero dijo...

En ese trance creo yo que hasta el más pintado tiene sus dudas y como mucho llega a agnóstico y ni por asomo puede mantener por completo la fe en su fe (valga la "rebuznancia").

Abrazos.

Elena dijo...

Duro, muy duro....¡¡dita sea!! esto no debiera nunca de ocurrir a ningún padre/madre.