8 de diciembre de 2009

MICROS


Su mala salud le costó la vida, pero negoció una hipoteca con el destino de 40 años a 12 cuotas anuales de ganas de vivir, con un alto interés por cuidarse y un altísimo TAE de felicidad.

1 comentario:

Elena dijo...

¡Genial!...