14 de febrero de 2011

EL DECALÓN

Dicen que el trampolín a la globalidad ha sido internet. Pues para el deporte ha sido el Decalón. Porque vas por el carril bici y te cruzas con un tipo entrado en carnes que se las ve y se las desea para que las rodillas le obedezcan a la orden de empujar el pedal, pero lleva unas mallas con sus Free Race Socks, su Craft Performance Rain Jacket y hasta si me apuras un ciclocomputador. Y este mismo tipo, para el que los ochomiles no son más que los puntos que consiguió en la wii, te lo encuentras en la sierra y va con sus botas de plástico y goretex para expedición, sus manoplas especiales, su visera de lana, banda polar para las orejas y hasta mochila de hidratación. Pero es que te lo encuentras en la piscina, donde si se hace dos largos es porque le toca volver del primero, y va con su bañador especial de cuerpo entero, gafas panorámicas y aletas de mano. Porque gracias al Decalón nos hemos vuelto todos unos expertos en deporte. Antes con el mismo chándal ibas a la montaña, a jugar al fútbol, al baloncesto, a montar en bici y a misa, si te dejaba tu madre. Y las mismas zapatillas de suela dura te permitían meter el gol de la jornada, la canasta del partido, pedalear hasta la montaña y encaramarte en el risco más alto. Pero no, gracias al Decalón somos todo perfectos profesionales equipados de los más variopintos deportes. No mejoraremos nuestra forma física, pero vamos de guapos...

2 comentarios:

laMima dijo...

Bueno, hay quien dice que "el Decalón" ha democratizado el deporte (porque a ver quien se compraba antes un equipo para ir a la nieve sin dejarse un riñón, por ejemplo).
Visto así....

Elena dijo...

Cerca de casa tengo 2 y otro un poquitín más lejos...¡a mí me encanta! qué quieres que te diga. Precios económicos para la economía familiar y equipados de arriba a abajo. Cuando en verano salgo de Camping, el Decalón nos tenía que pagar por hacerle progaganda, yo y mis amigos de la comuna pirenáica. Un beso.