Era tan orgulloso y defendía con tanta pasión sus convicciones que una vez fue a visitar a la más afamada de las videntes. Dime cuanto tiempo viviré. Ella le aseguró que llegaría a la vejez. ¡ Y una mierda ! gritó, sacó una pistola y allí mismo se pegó un tiro.
24 de septiembre de 2009
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2 comentarios:
Bueno, yo creo que más bien era un poquito gilipollas.
Más abrazos víricos.
Y yo, y yo...
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