3 de septiembre de 2009

MICROS


Movidas por la devoción humana, las distintas Virgenes entraron en una encarnizada batalla de egos, tan cruenta que nada pudieron hacer los distintos Cristos, ni el Nazareno, ni el de los Gitanos, ni tan siquiera el mismísimo Espíritu Santo.

4 comentarios:

Dudu dijo...

Es que las mujeres cuando se enfadan...

ralero dijo...

Eso, eso, que se rebelen las vírgenes.

Caminante dijo...

¡Qué Movida! PAQUITA

Elena dijo...

Devoción humana ¿a la raza negra? ¿a la blanca? ¿a los guapos? ¿a los feos? ¿a los rubios? ¿a los descapacitados? ¿a los superdotados? ¿a los parados?...digo, varios modelos, como vírgenes tenemos.