Los chistes muchas veces pueden ser ofensivos. En realidad siempre son ofensivos, porque incumplen una norma básica de la convivencia que es el respeto. Pero claro, son chistes, y están para lo que están y son lo que son. Si uno cuenta un chiste sobre el racismo no es que patee negros en las plazas, si uno cuenta un chiste sexista no va aparecer en la sección violencia de género de la prensa local, si uno hace un chiste de Lepe no piensa nada en general de este pueblo. En los chistes suele haber una parte débil, y a esa parte, en esencia, se le falta al respeto, pero no necesariamente de facto. Hay un chiste que es mi debilidad, que realmente me hace mucha gracia y que puede resultar pelín ofensivo. Un niño discapacitado, retorcido en su silla, pasea con su madre por un parque. Pasa una mujer hermosa y el niño, entre babas, esfuerzos y tartamudeos suelta: ti, ti, tia buena. A lo que la madre le reprende, oye, niño, no digas esas cosas que Dios te va a casigar. El pequeño la mira y dice, sí, claro, ¿qué va a hacer?¿despeinarme?. Es cruel y al tiempo certero. Es inteligente y siempre me hizo reír. No lo puedo evitar, y que me perdonen.
Ahora tenemos otro chiste también muy bueno, pero este ha salido de la justicia. La Audiencia Nacional decidió ayer mantener en libertad a la etarra Elena Beloki, de 47 años, para que siga un tratamiento de fertilidad fuera de la cárcel. Menuda ironía, una persona que en esencia vive de causar o facilitar la muerte de otras personas no va a la cárcel porque está esperando crear vida. Joder, matemáticamente, ¿no le hubiera bastado con no quitarla?. Me parece de una crueldad tremenda y entiendo que la AVT, por la que no tengo un previo cariño (han de ganárselo, como los demás), estén realmente ofendidos. Aun así me quedo con una reflexión más aséptica (es un decir, por el oportunismo que tienen siempre las declaraciones de los políticos) de Rosa Diéz: ¿todas las presas que están en las cárceles por delitos menores pueden apelar a un tratamiento similar?. Ya estoy viendo las clínicas de fertilidad repletas de delincuentes en tercer grado. Yo entiendo que la justicia debe ser ciega, pero no tuerta, y menos contarnos chistes tan graciosos. Como ya he dicho en otros post, ver para creer.
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