Etxebarría, jugador del Bilbao, ha llegado a un acuerdo con su club para jugar gratis la próxima temporada. Esto ha sido un gran notición y poco menos que han corrido lágrimas de emoción en el mundillo futbolísito. Le harán un monumento en Lezama, al tiempo. Es decir, un trabajador va a realizar un trabajo cualificado para una empresa privada sin recibir remuneración económica a cambio. Realizará el mismo trabajo que sus compañeros, en las mismas condiciones, con la misma exigencia, con el mismo horario, con la misma o mejor cualificación que todos ellos. ¿Cómo se llama esto?, sí, hombre, que tiene nombre de cura, o de sicario, o de...¡¡¡ becario !!!, sí, a eso se le llama ser becario. Vamos, que el bueno de Txeba va a pasar a ser uno más de los cientos de miles de becarios de este país. Claro, que no es lo mismo ser becario después de haber ganado una media de un millón de euros por año que recién salido de la universidad y viviendo todavía en casa de tus padres por no poder encontrar un trabajo que te permita dejarte robar por el dúo de moda: constructora&banco. No digo yo que no sea un gesto bonito el del jugador, que sea impropio, pero de ahí a pensar en precedentes, momento histórico, un antes y un después en el fútbol. Ya sé, la prensa deportiva, que es la del balón rosa, necesita temas entre partido y partido, porque los entrenos no dan jugo. En fin, Etxebarría, bienvenido al maravilloso mundo de los becarios. Buena suerte.
7 de octubre de 2008
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