Si hubiera sido al contrario, si mi compañía de seguros me hubiera defraudado, como ocurrió en mi pequeña y escatológica Venezzia carabancherla , estaría ahora escribiendo, malhumorado y seguro de estar en posesión de la verdad. Así que, al Cesar lo que es de la Mutua. Hace algo más de un mes tuve la desagradable sorpresa de descubrir, gracias al ojo certero del mecánico de la ITV, que tenía un faro antiniebla roto. Como el coche no es un capricho, sino un bono de tiempo que necesito para reducir la distancia que hay de mi trabajo a mis hijos y a la inversa, hube de hacer un arreglo de emergencia llamado 135 euros. Pasados unos días me di cuenta de que tenía un seguro a todo riesgo que me debía cubrir los arreglos. Así que algo escéptico llamé y un amable operador me informó de una posible solución que traslado para futuros casos: realizar un parte sin contrario, adjuntar la factura original de la reparación y una pequeña carta explicativa de lo ocurrido. Dirigirla a la sección especializada en daños sin contrarios y esperar. Bien pudiera el seguro alegar que yo no actué en forma, pues no hubo peritaje previo. Pero no, ayer mismo, diez días después de dejar la carta en el buzón, llegó una breve carta de la Mutua con un talón con el importe íntegro de la reparación. Sí, tenemos un seguro a todo riesgo y lo pagamos todo. Pero iba a seguir teniéndolo si esto no se hubiera resuelto tan sencilla y favorablemente. Así que, como mi abuela decía que es de bien nacidos ser agradecidos, yo soy, soy, soy, soy...
22 de diciembre de 2010
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2 comentarios:
¡¡pues me alegro!! ... los seguros a veces no son todo aquello que dicen ser...tú, eres, eres, eres...
Fenómeno!!!
Enhorabuena para ti por haber conseguido que la Mutua pague y enhorabuena a la ITV por su "ojo avizor"
¿Qué tal publicar la carta para usarla de modelo para futuras reclamaciones?
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