23 de febrero de 2010

MICROS


Mientras caía le consolaba aquello de lo bueno de tocar fondo es no se puede llegar más bajo, salvo, comprobó después, que la tristeza tuviera doble fondo.

1 comentario:

Milena dijo...

La tristeza se las arregla para tener honduras abisales. Muchas veces no hay más forma de salir de ella que navegar junto a sus criaturas abisales hasta que éstas tengan a bien soltar amarras