9 de febrero de 2010

MICROS


Había vivido siempre enamorada. De pronto, sin haber una razón, el amor se fue y salió corriendo, asustada, sin mirar atrás, hasta que la puerta del convento desapareció de su vista.

3 comentarios:

ralero dijo...

Hay amores que matan. En vida y poco a poco, pero matan (ello sea dicho sin perjuicio de aquellos que en esos mismos amores encuentran una razón de vida, que haberlos haylos).

Abrazos.

Jésvel dijo...

Pero ¿entraba o salía? ... ...

Es que... ¡de todo hay en botica!

Elena dijo...

Lo entiendo como que se acabó el amor hacia Dios,.... pues nada, un clavo quita otro clavo (¿se dice así?)... a buscar otro novio con el que DISFRUTAR un poco ..¿mas?.