13 de junio de 2009



POEMA PARA E.
(La oscuridad)
Indago en tus pupilas y descubro
la adusta dictadura de un destierro
que siembra mi morada en un sepulcro
sin flores que rediman tanta muerte.
Atónita de légamo y espanto,
mi voz se hace sudario y plañidera
detrás de las murallas del olvido,
y, al frágil firmamento, la nostalgia
arranca a dentelladas las estrellas.
Las ruinas de la luz en la memoria
se mudan en un polvo deletéreo
de sal, muñon, arsénico y gemido,
inmóvil en sus ansias de horizontes,
fraguando una estrategia delirante
que sueña en apagar la sed sin agua.
Indago en tu mirada y su reflejo:
la muerte, amor, la muerte.

3 comentarios:

Circe dijo...

�C�mo se puede apagar la sed sin agua ? �tragando arena ?


Hace unos a�os al despertar de la anestesia, suplicaba agua. S�lo me humedec�an los labios con una gasa, fue lo peor de todo, ni el antes ni el despu�s ni la intervenci�n misma, lo peor de todo fue esa visi�n borrosa y esa sed, que no pod�a aliviarse, esa sed...esa sed de agua

La oscuridad debe de ser eso, Poeta: la sequ�a, el olvido, la sed no colmada del otro

Circe dijo...

¿Cómo se puede apagar la sed sin agua ? ¿tragando arena ?


Hace unos años al despertar de la anestesia, suplicaba agua. Sólo me humedecían los labios con una gasa, fue lo peor de todo, ni el antes ni el después ni la intervención misma, lo peor de todo fue esa visión borrosa y esa sed, que no podía aliviarse, esa sed...esa sed de agua

La oscuridad debe de ser eso, Poeta: la sequía, el olvido, la sed no colmada del otro.


El mensaje llegó algo ilegible , la distancia desde Eea es tanta...

ralero dijo...

Sin duda, querida Circe, el modo de hacerlo, el único, es tragándose la arena: la oscuridad... es eso.

Un beso.

Ps. Yo tenía sólo siete años. Pero recuerdo el acre sabor del cloroformo al despertar como si hubiese sido ayer.