16 de junio de 2009

EL COLMO DE LA MALA SUERTE


Cuando era pequeño pensaba que el colmo de la mala suerte era que lloviera el día del gran partido, o el día de una excursión y, sobre todo, que te pusieras malo ese día. Llevabas desde que te habían dicho a dónde y cuando pensando, planificando, imaginando un día entero con tus amigos, los cánticos en el autobús, los juegos, las bromas, las risas, la visita a ¿dónde?¿qué más da? Las carreras, las tonterías con las niñas, en fin, ¿quién no ha ido alguna vez de excursión con el colegio? Así que si ese día te levantabas con fiebre, vomitando, pensabas que dios te odiaba, de otro modo era incomprensible. Eso lo pensaba hasta el sábado, día en el que se coló el culmen de todas las malas suertes: ponerse malo el día que abren la piscina de tu casa. Al fin y al cabo si estabas malo en casa el día de la excursión tú tampoco ibas a clase, ni los veías salir en el autobús, o sus risas por la ventana. En cambio mi hijo, malito el sábado, tuvo que escuchar como los niños gritaban está buenísima, bomba, primer, tu la llevas, de cabeza, y los constantes chapuzones de sus divertidos cuerpecitos dando la bienvenida a la temporada piscinera. Sí, ese es el top de la mala suerte.

1 comentario:

dafna dijo...

yo también estaba malita el sábado por la tarde y el domingo y el pasado tampoco estaba muy bien,y eso me parece muy muy mala suerte o quizás sea que soy autonóma y adecuo mi enferrmedad al día que menos trabajo tengo...no lo sé.. pero quería ir a la playa..
Le dijiste a tu hijo que el agua todavía estaba muy fría???? las palabras de los otros era para darse ánimos,jejej..
Bon Día!