11 de junio de 2009

BENDITA RUTINA


Abro la puerta. Enciendo las luces. El ordenador. Abro el correo. El periódico, siempre por la página de deportes. Cuando he terminado de ojearlos se han abierto los correos. Reviso los más importantes. Contesto alguno. Reviso el blog. Bajo a desayunar. No uso el ascensor. Me esperan los mismos compañeros sentados en las mismas sillas. JC frente a mí, C a mi derecha y A a mi izquierda. Tostadas para todos. Deslizo la taza como si fuera un camarero del oeste con la mano derecha y la recibo con la izquierda. La lleno de leche sintiéndome orgulloso de haber pasado a la semi sin traumatismos. Meto la taza en el micro. Mientras se calienta termino mi tostada, aceite, sal y pimienta. La dejo sobre la mesa. Nescafé descafeinado ¡ qué orgulloso estoy de mí ¡ Muevo el sobre del azúcar y endulzo la leche. Me siento. Hablamos. Los lunes de fútbol. El resto de los días se verá. Termino el primero. Friego mi taza. Algunos días la de mi compañera. Me despido. Paso por otro departamento y cojo documentación que necesitamos. La dejo en la mesa de mi compañero. Reviso la fotocopiadora. Me siento en mi mesa. Echo un último vistazo a la prensa, si es pronto me da incluso tiempo a leer alguna carta al director. Busco el móvil para dejarlo en la mesa. Cierro el periódico, llega MJ, siempre la primera, después E y después C. Nos preguntamos por la preocupación del momento, ora un niño con tos, ora un familiar con un transplante, encienden sus ordenadores, bajan a desayunar. Abro el sistema, organizo los papeles, tomo una hoja reciclada y diseño el plan del día, ese mismo que seré incapaz de cumplir. Empieza la jornada laboral… Rutina, pura rutina ¡ bendita rutina ¡

2 comentarios:

Elena dijo...

¡bendita rutina!...sí señor.

Ese cafetito mañanero sabe fenomenal. Yo me lo tomo sola mojando galletas en mi sitio, pero al ser secre pues estoy "algo" separada de mis compas...pero entre bocado y bocado (antes, ahora no me dejan) voy encendiendo el ordenador y clico, Trastero..., y otro, y otro... y sin niños hasta las 4 de la tarde....¡qué rica la galleta, madre mía!

Dudu dijo...

La rutina acaba dando seguridad.