21 de mayo de 2009

PEGAR O NO PEGAR


Pegar o no pegar, esa es la cuestión. ¿La violencia no engendra más que violencia?¿vale para siempre eso de huir y servir para otra guerra?Mi hijo mayor empieza a tener los primeros encontronazos en el parque, en la escuela. Y hay niños, no es una opinión, es simplemente un reflejo de lo que veo, que son especialmente violentos. Como digo, no valoro. Así que me enfrento a situaciones como la de ver a un niño cogiendo del cuello a mi hijo. Le hemos dicho que no se pega, que eso está muy mal. Pero ¿qué ha de hacer? ese niño le está haciendo daño. Ahora físicamente, pero no tardará en ser también un daño moral, ya sabemos el régimen interno que rige en los patios de un colegio. En esta ocasión concreta mi hijo me miraba gritando ah, ah, me hace daño, como pidíendome explicaciones. A mí no se me ocurrió otra cosa que intervenir, separarlos y decirle a mi hijo algo tan absurdo como que a lo mejor el niño no se estaba dando cuenta de que le hacía daño. El padre estaba delante y se apoyo en mi idea, es que es su forma de abrazar. La verdad es que me dieron ganas de decirle, espera, que te voy a explicar yo cual es la mía, a la altura genital, básicamente. Me sentí ridículo escondiendo una evidencia de forma inútil. Aquel niño le estaba pegando. ¿La razón? me suda lo mismo que le hubiera abrazado a su padre, vamos, las pelotas. La única estrategia que se nos ha ocurrido es la de esquivar: si un niño te pega no juegues más con él, pero sabemos también la atracción que ejerce el macarra en la chiquillería, que es el líder natural, así que esa parte la tenemos complicada. Así que el plan B es que empuje. Empujar es un eufemismo de pegar, es igual de violento, es igual de agresivo, pero es netamente defensivo. Si un niño te quiere pegar, hijo, tú le empujas y te vas. No le has pegado, simplemente te has defendido. No sé si funcionará, pero no se nos ha ocurrido otra cosa para evitar que mi hijo se sienta totalmente desguarnecido cuando otro niño le pega. Esto me reafirma en la idea de un arte marcial, te enseña a no usar lo que te enseña, pero el día que has de usarlo, sabes como hacerlo.

4 comentarios:

Elena dijo...

Como dice mi suegra "esto acaba de empezar, más adelante...más"

Pues sí, evitar es una manera de no pegar al otro, pero a veces ocurre que no por devolver tu hijo la que le han dado, es malo...quiero decir, buenos sí, tontos no...Los míos no pegan (otra cosa es entre hermanos), pero sé que si a Aitor le tocan, él se va a defender.

El otro día le aplaudí por una actuación que tuvo, y fue la de control ante el bocado en la espalda sufrido por un niño de 1 y medio. Le hizo señal, lloró y vino a mí, pero controló su fuerza y reacción por ser el otro más pequeño. Si eso se lo hace un igual, estoy convencida que le dá... y bien, no hubiese estado mal, de alguna manera el otro tiene que saber que se ha pasado 3 pueblos ¿no?.

"Es que papá quiere que sea mala, quiere que pegue al hermano"...no hija, queremos que tu hermano entienda que tú también puedes defenderte en esta vida, y que él también puede recibir, .. hasta que no lo hagas saldrás perdiendo siempre", y ha aprendido, te lo prometo.

Está el niño mal educado, cuyo padre/madre es un mal educado, ¡eso es otro cantar!, padres que en el parque pasan de observar a su hijo, niños que en su lenguaje sabes cómo hablan sus papás....a esos mejor un empujón y adios.

Buenas noches.

Dudu dijo...

Me parece buena solución la del empujón. Tomo nota. Por ahora estamos en la fase en la que Iván le echa arena en la cabeza o que Bilal le pega un chicle en el pelo. "Hija dile que no se echa arena en la cabeza y se lo dices a Pepa (la profesora)". Para más adelante usaremos el empujón.

Anónimo dijo...

hola
yo pienso que sobre la educacion de un hijo un azote nalgada o chachete de vez en cuando no pasa nada.
a mi me educaron a si y no tengo ni resentimiento ni temor ni nada parecido solo se lo agradezco porque eso te enseña cosas de la vida
me acuerdo que cuando hacia algo malo y mis padres se enteraban me decian porque has hecho....... me pedian la respuesta me hechaban la bronca despues mi madre se hiba y mi padre me decia bajate la falda y braguita ponte en mis rodillas que te vas a enterar de lo que es bueno y me daba tantos azotes como fuera necesario minimo eran cinco bien fuertes despues me castigaba mirando contra la pared
yo les doy las gracias

Anónimo dijo...

Hay maneras mucho más inteligentes de educar a una niño. El pegar no educa, sólo consigue efecto inmediato y encima perjudica a su autoestima. Cuando nuestro hijo haga algo mal hay que decírselo aunque sea una y otra vez hasta que lo entienda. Sí al diálogo y no a la violencia!!!