13 de mayo de 2009

LAS GRANDES IDEAS


Creo que si tengo una virtud como trabajador son mis ideas. Soy imaginativo y encuentro recursos donde puede que otros no. Imaginación al poder. Eso creo al menos. Pero tener una buena idea, que lo parezca al menos en su planteamiento previo, no te asegura el éxito tras su ejecución. Eso me ha dado por pensar, en un arrebato de credulidad, ahora que andan debatiendo sus señorías, me he preguntado ¿y si los políticos tuvieran muy buenas ideas, ingeniosas, imaginativas, pero que tras su ejecución se demostrara su ineficiencia total? A lo mejor no es falta de voluntad, sino de suerte, o de demasiada confianza en ideas ingeniosas, que algunas veces también hacen falta las terrenales matemáticas. Os voy a poner un ejemplo de una idea ingeniosa, de una buena idea, como respuesta a una necesidad, que fue un verdadero fracaso.

Ocurrió esto en un cumpleaños. En estos eventos, sin saber muy bien por qué, termino como director de orquesta de la chiquillería, alentando o dirigiendo sus juegos. Les expliqué como funcionaba el juego del pañuelo ¿os acordáis? Bueno, pues allí los puse a todos, unos quince niños entre los cuatro y los ocho años. Todo fue bien hasta que sonó la campana ¡ la tarta !, así que, y ahí es donde vino mi gran idea, dije que para terminar, a la voz de ya todos salieran a por el pañuelo. Y así lo hicimos, dije ¡ ya ! y en apenas un segundo me di cuenta de que mi brillante idea bien podría meterse en el cajón de las ideas como tirar mierda a un ventilador. Allá que salieron todos los chiquillos en tropel, pero claro, ocho por un lado, siete por el otro, y todos con el mismo objetivo: el pañuelo que yo sujetaba en la mano. Intenté una alternativa, solté al pañuelo, les grité no, no, parad, pero la orden llegó tarde, la colisión fue inevitable. Por suerte, entre otras cosas porque los niños son de goma, no hubo que lamentar daños mayores que algún chichón o alguna lágrima después de frenar frente con rodilla, rodilla con codo o nariz con hombro.
Así que, ¿no será que los políticos juegan al pañuelo con nuestro destino con grades ideas como la mía?¿no será que han gritado "ya" y por eso andamos todos a mamporros?

3 comentarios:

ralero dijo...

No, Larrey, no, no seas iluso. La teoría de la Gobernanza, en resumen y muy esquemáticamente, nos dice que el poder político ha de ser un arbitro imparcial y justo dedicado a armonizar los intereses de la sociedad con los del poder económico. Pues eso, que esa teoría no pasa de ser tal para hacerse efectiva en la práctica. Porque el poder político se dedica, en lugar de a lo dicho, a ser la correa de transmisión de los intereses del capital. Te enseñan el pañuelo para que salgas corriendo (y es que estamos en tiempos de crujir de dientes y lágrimas) y tropieces para que después alguién se forre vendiéndo tiritas.

Abrazos.

dafne dijo...

Vamos a ver Larrey,el previo es la organización del juego y explicación...no te acuerdas que hay que repartirles un número secreto a cada uno???
luego dices el 1 y sale dicho número de cada equipo.
y asi sucesivamente...
La cosa social tambíen nos tiene numerados con DNI, SS etc... y en estos últimos tiempos con el papelito de su turno en el paro,sobre todo para evitar avalancha y de paso fastidian un poco más a los autónomos hundiendo el negocio de las tiritas que comenta el éxodo

besos!!!

Larrey dijo...

No, si yo lo expliqué y un ratito estuvimos jugando, es al final cuando a modo de colofón tuve la gran idea...