29 de abril de 2009

RISK NOCTURNO


No sé si os pasa a vosotros, ahora le hablo a la mitad peluda de este blog...bueno, a los hombres, digo. No sé si os pasa, repito, que vuestras parejas tienen una capacidad impresionante para invadir vuestro espacio en lo que es todo un campo de batalla: la cama. Es lo que yo llamo el Risk nocturno, donde las mujeres no tienen rival. Su capacidad para ganarte países es indescriptible, y a poco que te dejes o se pongan serias, acabas durmiendo sobre el rincón superior de la cama, agarrado a la lámpara para no acabar en el suelo. Ahora entiendo que se hayan puesto de moda las camas japonesas, bajitas y con laterales gruesos, para sujetar a los hombres y, sobre todo, evitar lesiones graves en las caídas.
Las modalidades de invasión son diversas, y van desde las violentas, repentinas y nada sutiles del darse la vuelta con brazo armado, rodilla puntera sobre los riñones y presión constante. Tú, para evitar que se despierte, reculas y es cuando terminas sintiendo el frío de la madera. Pero también hay otras más sutiles, que apenas te das cuenta y de las que eres consciente solo cuando tu rodilla se enfrenta al vacío. Me quedan otras mucho más profesionales, como verdaderas agentes secretas, espías del risk nocturno, aprovechan que te levantas para ir al baño o para acunar al peque, entonces ese espacio temporalmente yermo de tu cuerpo en las sábanas ejerce sobre ellas una incontrolable atracción, y abandonan lo que hasta ese instante era su trozo de la cama y con una profesional croqueta se dejan caer sobre el que, también hasta entonces, era el tuyo. Cuando regresas, a oscuras, para no romper su sueño, te encuentras con que hay una pierna en una esquina, un brazo en la otra, otro codo donde estaba tu trasero...en fin, que son como los gases encerrados, que tienen una capacidad innata para expandirse y ocupar el espacio que queda vacío. No he ganado ni una sola partida de Risk nocturno en toda mi vida, pero he de reconocer que más de una madrugada sus invasiones toman rehenes y que sus métodos de tortura, además de certeros, son realmente placenteros...

3 comentarios:

Elena dijo...

¡porqué sera! pero es cierto que ante la soledad de la mitad de la cama del cuerpo que la acaba de abandonar, existe un imán de atracción...quizás el olor de esa mitad de sábana, quizás el goce de 150cm para tí sola, quizás.....

Dudu dijo...

joder Elena, y esto que tienes metro y medio, en mi caso es 135 cms y duermo como en la mili, sin moverme.

Caminante dijo...

y esto que tienes metro y medio, en mi caso es 135 cms
...........
medidas ¿de que?... ¡ah! qué susto me habíais dado.
Besos. PAQUITA